Hogar de gobernadores y del saber
En la casa contigua, número 109, Casa Carrillo, vivió el general Hipólito Charles, este célebre personaje ocupó la primera magistratura del Estado de Coahuila en cuatro ocasiones. La primera del cinco de diciembre de 1871 al 17 de julio de 1872, la segunda del cuatro de diciembre de 1876 al ocho octubre de 1877, la tercera del 31 de diciembre de 1877 al cuatro de diciembre de 1879 y por último del cuatro de marzo de 1880 al cuatro de diciembre del mismo año.
Al general Charles se le recuerda por su participación en la defensa que realizó de Sierra Mojada, ya que el Estado de Durango trató de apropiarse de esta porción de tierra rica en minerales, la gestión de Charles fructificó en que el Gobierno Federal reintegrara plenamente Sierra Mojada a Coahuila.
Sin duda su participación como militar en el sitio de la ciudad de Querétaro, aL lado de las fuerzas republicanas fue notable. En esta misma casa, Carrillo, estuvo el primer hotel de la ciudad, del dálmata Simón Tomasichi, luego Hotel de la Plaza, después la famosísima cantina del Jockey Club y hoy LA Escuela de Ciencias Sociales.
Hace unas pocas semanas la presente
administración municipal cerró a la circulación vehicular las dos referidas cuadras de la calle Juárez, lugares con una carga histórica muy significativa, y ahora es la zona solo para peatones, Paseo Capital.
Tal vez lo positivo es que al caminar por el lugar se podrán recordar los sucesos y personajes que habitaron por esta arteria, cosa que no sucede cuando uno va en automóvil.
DE UN RECORDADO GOBERNADOR
Por la misma acera, una puerta más al poniente en la casa con el número 105,
donde hoy en día no existe ni número ni casa, vivió don Evaristo Madero, quien fue gobernador del 15 de diciembre de 1880 al primero de mayo de 1884. Madero dejó una profunda huella por su labor de buen gobernante, entre sus obras destacan el inicio del Teatro Acuña y la implantación del Registro Civil. Madero, quien impulsó la educación y fomentó la industria y el comercio, dejó el cargo en 1884. Se le recuerda como uno de los mejores gobernadores que haya tenido este Estado. En esta misma casa nacieron dos hijos de don Evaristo: Benjamín y Margarita.