»Miembro de la comunidad LGBTQ+ murió por tortura y fue encontrado días después
Por la mañana de ayer se reportó el hallazgo del cuerpo de Josban Humberto Rosales Niño, empleado del Hospital General de Saltillo. Sin embargo, durante la tarde, trascendió que fue encontrado sin vida dentro de su recámara con signos de tortura.
El reporte al sistema de emergencias 911 se recibió alrededor de las 10:30 de la mañana en la calle de Pinos y Doctor Hugo Castellanos, en la colonia Lomas del Bosque, lo que generó una fuerte movilización por parte de la coordinación de homicidios violentos de la Fiscalía General del Estado (FGE).
El cuerpo, que presentaba una avanzada descomposición de más de cinco días, fue encontrado con cinta adhesiva en la boca, pies y manos.
Según vecinos del sector, Josban, de 41 años, se desempeñaba en el área de cocina del centro médico y también era estilista profesional.
El asesinato de Josban es una evidencia más de la homofobia que persiste en el estado y de la falta de legislaciones que la combatan y protejan a la comunidad LGBTQ+.
En redes sociales, sus allegados se despidieron de él, describiéndolo como alguien alegre y solidario que, desde su empleo en el Hospital General, ayudó a otras personas a recuperar su salud y con sus habilidades como estilista pulió el reflejo y la sonrisa de sus clientes.
El asesinat, al ser una muerte violenta de un integrante de la comunidad LGBT+ y, como se hace en el caso de un feminicidio, el deceso debe investigarse como un crimen de odio al ser cometido en contra de una persona vulnerable.
La Fiscalía General del Estado, consultada por EL GUARDIÁN, no ha emitido un posicionamiento al respecto; sin embargo, en caso de que hagan público alguno, difícilmente tendrá el impacto necesario para el caso debido a que no existen leyes específicas respecto a los Crímenes de
El hallazgo lo realizó su pareja sentimental, Antonio de Jesús N., durante la mañana del martes cuando acudió en su búsqueda. Según Antonio, la última vez que vio a Josban fue el lunes 1 de abril alrededor de las dos de la tarde, cuando este acudió a instalar un calentador de agua y les dio dinero a los hijos de Antonio, mencionando que iría a comer con un amigo sin mencionar su nombre. Se fue a bordo de su automóvil Nissan Platina amarillo con matrícula FHA455A.
Odio en el Código Penal del Estado, por lo tanto, no existen protocolos para las investigaciones y el caso sería investigado como un homicidio más.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas, “un crimen de odio es un delito cometido con la intención de dañar, intimidar o acosar a una persona o grupo de personas debido a su pertenencia a un grupo protegido, como su raza, etnia, religión, orientación sexual, identidad de género, discapacidad, ...”.
VANGUARDIA consultó a colectivos LGBTQ+, pero indicaron que reservarían sus declaraciones para el día de mañana en espera que las autoridades revelen más información sobre el caso.
Por las características del caso y, de acuerdo con legislaciones internacionales, el caso debe de ser investigado como Crimen de Odio y en el proceso no se debe vulnerar ni la memoria de la víctima, ni a su familia y brindarles el apoyo psicológico necesario.
¿Que no se puede definir en estos primeros momentos de la investigación si la orientación sexual de Josban tuvo relación con su homicidio? No, claro, pero, como en los feminicidios,
Durante la mañana del martes, al tocar la puerta de la casa y no recibir respuesta, Antonio se dirigió a la ventana y observó un olor fétido. Al ingresar al domicilio, encontró a su pareja en estado de descomposición.
Las autoridades que acudieron al lugar informaron que el hombre tenía el rostro cubierto de cinta adhesiva y las manos atadas detrás de su cuerpo.
En la escena, el personal de servicios periciales aseguró los vehículos de la víctima, un Ford Taurus modelo 1992 y el Nissan Platina, para inspeccionarlos y localizar indicios que ayuden a localizar a quien o quienes resulten responsables del crimen.
La madre de la víctima, quien había visitado al hoy occiso hace 15 días, solicitó investigar a Antonio, pareja del fallecido, también, los familiares pidieron que se investigue a dos vigilantes de seguridad privada con los que presuntamente convivió Josban.
Según vecinos del sector, Josban, de 41 años, se desempeñaba la investigación debe tener la orientación sexual —como el género, en los casos de feminicidio— como perspectiva al ocurrir en uno de los países más machistas del mundo.
El peligro, como pasó en el caso de le magistrade Osiel Baena, de relegar el caso al ámbito de las relaciones interpersonales, es que se vulnera el derecho a una vida libre de violencia, y para erradicar la homofobia es necesario que la ley garantice que cualquier persona, sin importar su orientación sexual o identidad de género debe tener una vida segura y libre.
¿Por qué no se puede investigar como cualquier homicidio? Porque desgraciadamente, aunque ya existen certezas jurídicas como el matrimonio en el área de cocina del centro médico y también era estilista profesional. Los restos de la víctima fueron trasladados a las instalaciones del Servicio Médico Forense (Semefo).
De acuerdo con los resultados de la necropsia de ley, la causa de la muerte fue sofocación por obstrucción de orificios respiratorios, de manera extraoficial trascendió que Josban estaba “encintado” de la cara y cabeza, razón por la que igualitario, la homofobia persistente relega las relaciones sentimentales de personas no heterosexuales a lo “oscurito”, “que no se besen en la calle”, “qué asco que van tomados de la mano”, “respeto, pero que no me tire la onda”, son comentarios que intimidan a la comunidad LGBT+ que no tiene la posibilidad de “noviar” como lo pueden hacer los heterosexuales, los intereses románticos se tienen que explorar en la clandestinidad y esto —al percibirse como prohibido y, por tanto, alejado del ámbito público y de la protección de la ley—, pone en gran peligro a las personas de la Diversidad.
Como lo solicita la madre de la víctima, también se debe investigar a no pudo respirar y además tenía golpes en espalda, nariz y cabeza. Tenía las manos atadas con cinchos de plástico y los pies con un cinturón.
De manera extraoficial trascendió que durante las primeras indagatorias de la Fiscalía General del Estado, Antonio, pareja sentimental del fallecido y quien encontró el cuerpo, cayó en contradicciones en sus declaraciones iniciales.
Antonio, pareja de Josban; en las relaciones diversas desgraciadamente es común la violencia de pareja debido a que, por la percepción de la comunidad de que es difícil encontrar a quien amar, muchas veces viven en vínculos conflictivos.
¿Que resulta que no tuvo nada que ver lo sentimental? Igual, la orientación sexual tiene que ser contemplada en el caso, porque —como ocurre con las mujeres en los feminicidios— las personas homosexuales en México son percibidas como más débiles y son susceptibles de ser atacadas.
Cada año, durante las fechas de la celebración del Orgullo LGBT+, no falta quien pregunte ¿por qué marchan?, si ya se pueden casar, ¿qué quieren? Queremos una vida libre, queremos justicia para este y los otros 15 crímenes de odio (que tiene registrado el Observatorio Nacional de crímenes de odio contra personas LGBT en los últimos 10 años), queremos ser libres de amar y expresarnos y que no tengamos que dejar la vida en ello.
Hoy se grita por justicia para Josban, se grita por seguridad y libertad para todos y todes.