OTRO DUELO DE ALTURA, POR FAVOR
Tras el frenético partido de Ida, ingleses y españoles tienen hoy el desenlace de su serie
Al término de la vuelta de semifinales del año pasado, Pep Guardiola y su séquito se fotografió en las entrañas del Etihad Stadium con cuatro dedos levantados de cada mano, simbolizando cada uno de los goles con los que el Manchester City descompuso al Real Madrid en una de sus peores noches europeas.
Esa imagen ha paseado por las cabezas del madridismo desde entonces y el fútbol, caprichoso como él solo, ha querido que un año más tarde, una ronda antes, Manchester City y Real Madrid vivan otra final anticipada, con todo empatado y con una vuelta en el Etihad con solo dos resultados posibles, venganza madridista o dinastía celeste.
De ganar el City, sumaria cuatro semifinales de Champions consecutivas, siendo este el mejor período de su historia en Europa. De hacerlo el Madrid asestaría un golpe a uno de sus principales rivales por la hegemonía de la Copa de Europa y frenaría a un Pep Guardiola que es ya el técnico que más veces ha eliminado al Real Madrid en toda la historia, una con el Barcelona (2011) y dos con el City (2020 y 2023).
Si la última conquista de la Liga de Campeones el Real Madrid superó cada situación límite que se encontró en un camino con duelos directos ante los favoritos, para alcanzar la decimoquinta deberá superar el gran desafío. La conquista del Etihad Stadium, donde nunca ha logrado ganar (dos empates y tres derrotas).
Un estadio que va camino de convertirse en maldito.El escenario donde ha encajado cuatro tantos en sus dos últimas
visitas recientes, en el que experimentó un sentimiento de inferioridad en el último precedente. Superado de inicio a fin
tras un planteamiento erróneo de Carlo Ancelotti. No ‘inventará’ nada en esta ocasión el técnico italiano. Con las cartas sobre la mesa, sin dudas que despejar en su once ni cambio de posiciones.
La ausencia por sanción de Aurélien Tchouaméni, la falta de ritmo competitivo en Éder Militao, después de siete meses y medio fuera por
una grave lesión de rodilla, favorece el regreso de Nacho Fernández, en su curso más irregular, cuando fue más titular que nunca. En una cita convertida en desafío, para el capitán y otros muchos jugadores del Real Madrid.
Empezando por la portería, donde Andriy Lunin debe demostrar que está capacitado para suplir a Thibaut Courtois en los días que deciden títulos. No pudo comenzar peor la eliminatoria, con un fallo grave que costó un gol al primer minuto, se rehizo con una parada a Haaland y en el Etihad le espera una noche de las que marcan carreras.