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¿Puede el foie gras cultivado en un laboratorio tener un sabor tan decadente y cremoso como el elaborado con patos o gansos criados en granjas?
Eso es lo que busca una empresa de nueva creación con sede en París llamada Gourmey, la cual recaudó 10 millones de dólares adicionales en fondos de inversionistas que apuestan a que sí.
El impulso para hacer foie gras, el hígado engordado de un pato o ganso en un laboratorio, se produce en medio de un impulso para
@reformanegocios encontrar una alternativa ética y sostenible a la carne criada para el matadero.
La mayoría de esta carne se elabora alimentando a la fuerza a los patos y gansos a través de un tubo para engullir sus hígados hasta 10 veces su tamaño normal, provocando dificultad para caminar o respirar, según activistas de animales.
Con una creciente oposición al foie gras por la crueldad animal, Nicolas MorinForest, cofundador y director ejecutivo de Gourmey, dijo que producir el manjar a partir de células cultivadas era una forma de preservar una tradición culinaria francesa centenaria.
Así que crea carne falsa extrayendo células de un huevo de pato recién puesto y las coloca en un cultivador.
Las células se alimentan con proteínas, aminoácidos y azúcar, similares a los nutrientes que un pato obtendría de una dieta de avena, maíz y pasto. Posteriormente, las células se cosechan y se transforman en foie gras en un proceso que utiliza significativamente menos tierra y agua que los métodos tradicionales.
negocios@reforma.com
Para cultivar foie grass, Gourmey es apoyada por Point Nine, Air Street Capital, Comisión Europea y Bpifrance.