ALARMANTE AVANCE
Los empresarios se encuentran en alerta ante las acometidas de la delincuencia organizada y del fuero común, por lo que exigen a los tres niveles de Gobierno una mayor coordinación para que lleven a cabo una verdadera vigilancia, que detenga a los malhechores y no permitan que sigan introduciéndose en el estado. Aunque las autoridades insisten que sí hay organización entre todas las instancias, en la práctica son varios los hechos que ponen en tela de juicio que esto sea una realidad. La obligación de la Federación y de los gobiernos Estatal y Municipal es garantizar la seguridad de los aguascalentenses, desechando la teoría fallida de “abrazos y no balazos” cuando en los hechos hay ataques de células criminales que no dudan en asesinar a sus rivales, lo mismo que ladrones de poca monta que tienen en jaque al comercio, al que asalta en cualquier parte poniendo en peligro la vida de los empleados. El mayor problema que mencionan los hombres de negocios es la presencia de células de cárteles que se mueven por la ciudad y el estado sin presión alguna, mientras que los asaltantes de negocios roban para hacerse de dinero que les permita comprar la droga, por lo que en ambos casos hay una interrelación que debe combatirse. Aunque se insiste que hay un cerco para evitar que ingresen los facinerosos, existen múltiples formas de que lo hagan sin ser detectados, por lo que tiene que haber mayor efectividad en la vigilancia, detección y detención, que permita devolver la tranquilidad que hasta hace poco gozaban los aguascalentenses.