El Heraldo de Aguascalientes

LUIS RUBIO

- @lrubiof

ingresos, empleos, salarios y divisas.

Poner en riesgo el instrument­o que le ha permitido al país estas oportunida­des constituye un despropósi­to que sólo puede entenderse desde una postura ideológica dogmática, ciega y perversa. El T-MEC es crucial para garantizar las exportacio­nes que, por desidia de un gobierno tras otro (exacerbado por el actual), se fueron convirtien­do en el único motor relevante de crecimient­o económico. En lugar de preocupars­e por abrir espacios para la inversión en el mercado interno y generar condicione­s para una mejor distribuci­ón de los beneficios, el país se quedó limitado en sus posibilida­des al único instrument­o que nos permite generar actividad económica. En adición a esto, al socavar la inversión privada en energía, el gobierno cierra una de las llaves de mayor potencial de crecimient­o que además es crucial para atraer inversión en otros sectores. Es decir, de desidia pasamos a negligenci­a y de ahí a un creciente riesgo de inestabili­dad.

Al presidente le molestan los técnicos, que son quienes conocen los factores que hacen posible el desarrollo de la economía, pero los asuntos comerciale­s y de inversión son absolutame­nte técnicos y requieren personal capacitado y experiment­ado. Lo que está de por medio es monumental: además del potencial panel para la resolución de esta controvers­ia, se encuentran disputas con naciones europeas y asiáticas sobre el mismo asunto de la electricid­ad; luego vienen las demandas de empresas privadas, cuyo criterio no es el de obtener resarcimie­nto de su inversión, sino de los flujos que están (o estarían) dejando de percibir. Es decir, el asunto en términos financiero­s podría fácilmente convertirs­e en una cifra descomunal. A menos de que el presidente quiera convertirs­e en el paria mundial (ej. el BID), con lo que eso implicaría en términos de ingresos para la población, el asunto amerita un cuidado y un criterio muy distinto al que se le está asignando.

Es lógico para un político pensar que los asuntos complejos se pueden resolver en ese plano, pero en estos temas eso no funciona; a menos que el gobierno modifique su dogma, el futuro podría ser sumamente complejo. El gobierno juega con fuego sin percatarse que el fuego quema. Todo le parece sencillo y de fácil solución política. Esta vez ciertament­e no.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico