Despertó ilusión de jóvenes rusos
MOSCÚ.- Alexei Navalny comenzó su carrera política como un activista anticorrupción que organizaba protestas callejeras. Movilizó a una generación de jóvenes rusos a través de las redes sociales y saltó a la fama por sus investigaciones sobre la élite rusa.
En 2011 encabezó las protestas de miles de rusos indignados por las denuncias de fraude en las elecciones parlamentarias de ese año, las manifestaciones más importantes contra el Kremlin desde que el Presidente ruso, Vladimir Putin, llegó al poder.
A Navalny se le impidió presentarse a las elecciones presidenciales después de que un tribunal ruso lo condenó por fraude en 2017. Entonces organizó protestas y boicots en todo el país contra la reelección de Putin y creó oficinas y equipos de investigación para indagar la corrupción de la élite rusa en todo el país.
Las autoridades respondieron encarcelándolo, acusándolo de lavado de dinero y registrando las propiedades de activistas con los que estaba vinculado.
Mientras volaba a Moscú desde Siberia en 2020, Navalny cayó enfermo, lo que obligó al piloto a realizar un aterrizaje de emergencia. Días después de perder el conocimiento, fue trasladado a Alemania para recibir tratamiento, donde se reveló que fue envenenado con un agente nervioso de grado militar.
Cinco meses después, regresó a Moscú y fue detenido al llegar. Miles de manifestantes, en su mayoría jóvenes, salieron a las calles para exigir su liberación en el mayor enfrentamiento público reciente entre el Kremlin y sus críticos.