REFLEXIÓN
sobre la educación superior en Chihuahua y la renovación universitaria
En días pasados tuvimos en la Barra Mexicana Colegio de Abogados de Chihuahua A.C, la honorable presencia del maestro Luis Alberto Fierro Ramírez, rector de la Universidad Autónoma de Chihuahua, quien expuso los avances que se han hecho a fin de lograr una renovación en la máxima casa de estudios de la ciudad.
En esa plática el rector expresó la necesidad de replantear la educación superior no sólo en la UACh, sino también en el resto de las universidades del país.
En ese sentido, cabe recordar que hace poco la Suprema Corte Justicia de la Nación emitió una serie de jurisprudencias con temas relacionados al derecho a la educación, consagrado en el artículo 3º de la Constitución Política de los Estados Unidos, entre esos temas se pronunció sobre los alcances y contenido que debe tener la educación superior en México y la autonomía universitaria.
Al respecto, el Máximo Tribunal de nuestro país reiteró la importante función de la educación superior pues mientras la educación preescolar, primaria, secundaria y media superior se conciben como un bien básico para el individuo indispensable para la formación de la autonomía personal y su habilitación como miembro de una sociedad democrática, la educación superior por su parte se encarga de materializar esa autonomía personal a través de la enseñanza de las herramientas necesarias para llevar a cabo un plan de vida libremente elegido.
De igual manera, la educación superior está conectada estrechamente con la obtención de determinados objetivos colectivos, como el desarrollo del conocimiento científico y tecnológico, el fomento de las actividades económicas, el desarrollo industrial y agrícola, el fomento de la cultura, etcétera, por lo que las obligaciones de promoción del Estado no pueden desvincularse de esas finalidades sociales cuya maximización beneficia a la sociedad de manera difusa.
Por tal razón, para poder cumplir con todos estos objetivos, la educación que se imparte en un país determinado debe cubrir las siguientes características:
a) Disponibilidad. Debe haber instituciones y programas de enseñanza en cantidad suficiente en el ámbito del Estado Parte. Las condiciones para que funcionen dependen de numerosos factores, entre otros, el contexto de desarrollo en el que actúan; por ejemplo, las instituciones y los programas probablemente necesiten edificios u otra protección contra los elementos, instalaciones sanitarias para ambos sexos, agua potable, docentes calificados con salarios competitivos, materiales de enseñanza, etc.; algunos necesitarán además bibliotecas, servicios de informática, tecnología de la información, etc.
Respecto a este punto el maestro Fierro Ramírez señala que algunos de los programas educativos de las licenciaturas e ingenierías que se imparten actualmente en las unidades académicas de la Universidad Autónoma de Chihuahua han quedado obsoletos en virtud de que sólo contienen conocimientos doctrinales y enciclopédicos que en nada aportan a la real solución de los conflictos que se presentan en nuestra sociedad.
Aunado a esta cuestión, la mayoría de la población universitaria se encuentra matriculada en carreras afines a las ciencias sociales y humanidades, lo que desencadena en falta de diversificación de las profesiones.
Por otro lado, si bien en la universidad se han abierto carreras nuevas, lo cierto es que se ha hecho sin un análisis real de las necesidades de la sociedad y sin un estudio de factibilidad pues sólo se ha hecho por cumplir con meros requisitos administrativos.
b) Accesibilidad. Las instituciones y los programas de enseñanza han de ser accesibles a todos, sin discriminación, en el ámbito del Estado Parte. La accesibilidad consta de tres dimensiones que coinciden parcialmente:
No discriminación. La educación debe ser accesible a todos, especialmente a los grupos no vulnerables de hecho y de derecho (sic), sin discriminación por ninguno de los motivos prohibidos (raza, religión, preferencias sexuales, sexo, condición social y económica, etc.)
Accesibilidad material. La educación ha de ser asequible materialmente, ya sea por su localización geográfica de acceso razonable (por ejemplo, una escuela vecinal) o por medio de la tecnología moderna (mediante el acceso a programas de educación a distancia);
Accesibilidad económica. La educación ha de estar al alcance de todos.
Sobre este aspecto el rector expresó que la actual administración de la UACh ha hecho un gran esfuerzo por disminuir los costos de inscripción mediante la eliminación de recursos financieros, humanos y técnicos que se encontraban duplicados entre la Rectoría y las facultades; de igual forma, se realizó la concentración de todos los recursos universitarios incluyendo aquellos que ostentaban las facultades en una sola cuenta dirigida por Rectoría, a fin de tener certeza sobre las finanzas y de paso permitir que las facultades puedan dirigir todos sus esfuerzos a las cuestiones académicas así como de extensión y difusión, las cuales son su verdadera tarea.
Asimismo, se está estructurando un sistema de becas en el que se apoye a quien realmente lo necesite y/o con su actividad académica contribuya al desarrollo de la sociedad chihuahuense con el propósito de dejar aquellos tiempos en el que las becas y apoyos económicos se otorgaban a discrecionalidad muchas veces con criterios políticos o de amistad.
Por otro lado, es necesario identificar las deficiencias académicas que acarrean los estudiantes al ingresar a la universidad a fin de poder trabajar de forma personalizada en ellas y fortalecerlo como persona y profesionista.
c) Aceptabilidad. La forma y el fondo de la educación, comprendidos los programas de estudio y los métodos pedagógicos, han de ser aceptables (por ejemplo, pertinentes, adecuados culturalmente y de buena calidad) para los estudiantes y, cuando proceda, los padres;
Acerca de esta característica, se pretende reestructurar una gran cantidad de retículas a efecto de tener programas educativos en los que se permita a los alumnos desarrollar diversas competencias y habilidades para especializarse en una área del conocimiento, resolver las problemáticas actuales y tener una visión crítica de la realidad.
En relación a la plantilla docente se busca otorgar las plazas laborales a quienes se encuentren debidamente capacitados, por lo cual se privilegiará en examen de oposición a aquellas personas que formen parte del Sistema Nacional de Investigadores y cuenten con un nivel de posgrado.
Los procedimientos de elección de catedráticos, según la propuesta del maestro Luis Alberto Fierro Ramírez, estará a cargo de instituciones ajenas a la universidad para evitar fenómenos de corrupción e ilegalidad, además se supervisará constantemente la actividad tanto de docentes como personal administrativo, incluyendo la figura del rector, con la firme intención de elevar la calidad educativa que se oferta.
d) Adaptabilidad. La educación ha de tener la flexibilidad necesaria para adaptarse a las necesidades de sociedades y comunidades en transformación y responder a las necesidades de los alumnos en contextos culturales y sociales variados.
Como menciona el titular de la UACh, hoy en día la educación superior dejo de ser un tema exclusivo de las universidades, ahora esa relación se compone por alumnos, universidad, sociedad y empresas, pues son todos estos factores los que marcaran la pauta sobre lo que requiere la sociedad.
Además, es necesaria la incorporación de las tecnologías de la información, como por ejemplo bibliotecas virtuales, uso de plataformas Moodle, e-learnig, etc., en virtud de que en una visión globalizada las universidades locales compiten también con las universidades extranjeras, lo que implica que tengamos que tener estudiantes interdisciplinarios que al buscar el apoyo de programas de movilidad estudiantil puedan estar al nivel de la escuela receptora, situación que no es muy favorable actualmente en la Universidad Autónoma de Chihuahua.
Ahora bien, la evolución en la educación superior debe lograrse con una legislación novedosa que deje atrás la vigente y obsoleta normatividad, que garantice una verdadera autonomía universitaria ya que como sostiene la Suprema Corte de Justicia de la Nación es precisamente la autonomía de las universidades el instrumento para maximizar el derecho humano a la educación superior.
Por último, el papel que deben jugar las asociaciones de profesionistas como la Barra Mexicana, Colegio de Abogados de Chihuahua A.C., es de vital importancia para lograr la evolución y reestructuración de la Universidad Autónoma de Chihuahua toda vez que son estos organismos los que deben monitorear las necesidades sociales en su ámbito y establecer los parámetros de calidad para el ejercicio de la profesión de que se trate siempre con el compromiso de conducirse con respeto a los Derechos Humanos consagrados en la Constitución y en los tratados internaciones, por lo cual deben participar activamente en la elaboración de planes de estudio y elección de maestros.
Por nuestra parte, se estará al pendiente de cada una de las etapas por las que ha de pasar el proyecto de renovación universitaria tratando de contribuir a su implementación y consolidación.
(*) Labora en el Instituto Federal de Defensoría Pública.