FELIPA ADELA SÁNCHEZ ZEPEDA
Doña Felipa ya no se encuentra entre sus familiares y compañeros de lucha de la colonia Francisco Villa, pero todo mundo la recuerda con cariño y el respeto que se ganó por su entrega desinteresada a la construcción de una comunidad de gente trabajadora como ella.
Originaria de Santa María del oro Durango, llegó a Chihuahua junto con su esposo Herminio Escontrias, “El Colega”, con quien procreó 7 hijos. Después de vivir en diversos barrios y no contando con vivienda propia, decidió junto con su marido integrarse al movimiento de la Villa y a partir de ahí sufrió inclemencias de tiempo, carencias, y preocupaciones por la actividad de su esposo quien frecuentemente regresaba a casa golpeado producto de los enfrentamientos con otros grupos y la policía.
No obstante, fue una de las miles de mujeres que semana a semana salían a la calle en manifestación para exigir a la autoridad solución a los problemas de la naciente colonia. Posteriormente se integró a comisiones específicas como las de educación, salud, agua, titulación e hizo un gran papel en la atención a los niños desde diversas actividades.
Fue una de esas mujeres que con un gran corazón supieron entender no solo los problemas personales y familiares, sino que fue más allá en apoyo a sus compañeros de la colonia.
Felipa Adela Sánchez Zepeda es una clara expresión de seres humanos que vivieron y entendieron momentos fundantes del actual Chihuahua y deja como herencia un ejemplo de lucha y amor por sus semejantes.