¿Qué $%&@* es el Ramo 23?
Todo lo que se ha hablado en las últimas semanas de la lucha contra el Gobierno federal para que devuelva los 900 millones de pesos que le corresponden al estado de Chihuahua que derivaron de convenios firmados que no se cumplieron a finales de 2017, gira en torno a un tema presupuestal mejor conocido como “Ramo 23”
Conocido también como “Provisiones salariales y económicas” es un instrumento de política presupuestaria que se usa para cumplir las obligaciones del Gobierno federal en temas que están fuera de sus secretarías o entidades. Dentro de este rubro están varios fondos de fortalecimiento para diferentes fines, como puede ser infraestructura, financieros, cultura, accesibilidad, etc. En varios de éstos recaen los convenios incumplidos.
Pero como lo he descrito en colaboraciones anteriores, si queremos remediar el mal tenemos que irnos hasta la raíz real del problema. Solucionar el tema de los 900 millones por esta ocasión no ayudaría en absolutamente nada, ya que el verdadero problema es mucho más profundo.
El problema es el uso del recurso público de forma discrecional para fines de control político. Pero la ley así lo permite y los vigilantes de la ley no están haciendo su chamba.
Primero, debemos cambiar la discrecionalidad por una fórmula que reparta el recurso en base a datos específicos y problemáticas reales que se pueda calcular de forma justa y equitativa. Esto ayudaría a que independientemente de los problemas personales o políticos, ya no se perjudique de formal presupuestal a una ciudadanía.
Segundo, se debe vigilar que el presupuesto asignado para este rubro se respete. Con este punto quiero referirme específicamente a nuestros diputados federales que no están haciendo su trabajo. Un diputado federal tiene tres obligaciones muy específicas: La primera, es generar los presupuestos de la nación. La segunda, vigilar que se cumpla el presupuesto. Y la tercera es legislar en representación de los ciudadanos de algún distrito.
Yo no he visto a los diputados federales haciendo su labor para investigar y reclamar por qué en el fondo de fortalecimiento financiero del Ramo 23 de 2017 cuyo presupuesto total era de $3,243 millones se gastaron $55,482 millones. Se excedieron del presupuesto por más de 17 veces y además a Chihuahua solo le tocaron 70 millones cuando al Estado de México le dieron $8,600 millones (Dato de Mexico Evalúa). No veo a los diputados por Chihuahua haciendo la defensa que les corresponde. Esto no debe continuar y mucho menos debe ser callado.
Exhibir este tipo de hechos puede lograr un gran cambio en la política interna del país y en la corrupción política que nos gobierna. Ese es un gran logro de la lucha que los chihuahuenses emprendimos en las últimas semanas, pero quiero ser muy insistente en que, si no traducimos esto en reformas a la ley, se quedará solo en un movimiento positivo para el estado pero que no generó cambios a futuro. Ahora les toca a nuestros políticos, nuestros representantes, nuestros diputados federales hacer su trabajo y dejar de querer quedar bien con todo mundo. Para cambiar este país necesitamos pisar muchos callos, salir del estatus quo, hacer ciertos sacrificios para lograr un bien para todos. ¿No lo crees?