El Heraldo de Chihuahua

LLEGA JOSÉ JOSÉ A LAS SIETE DÉCADAS

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Su carrera inició tocando la guitarra y cantando en serenatas durante la adolescenc­ia. Luego se unió a un trío de jazz donde cantaba y tocaba el bajo. En la radio se escuchaba a Elvis Presley y The Beatles, pero jamás adoptó esos ritmos, prefirió las baladas románticas.

En diciembre de 1969 encontró la canción perfecta para despegar: “La nave del olvido”, tema que se convirtió en un éxito. Su situación económica fue mejorando y a la llegada de “El triste” nunca nada volvió a ser como antes.

Hacia 1973 su pareja, Natalia “Kiki” Herrera Calles, le llevaba varios años y lo codeó con la alta sociedad. Aunque hubo felicidad el final terminó en pesadilla.

Con la fama vino el declive, pues su fragilidad emocional lo llevó a hospitales varias veces. Amigos y familiares hacían lo posible por desintoxic­arlo de drogas y alcohol. Vinieron más grabacione­s, éxito y dinero, pero seguía desmoronán­dose.

Durante un viaje a Estados Unidos conoció a Ana Elena Noreña Grass, bella modelo y actriz con la que se casó en 1974. Ella fue determinan­te para que recobrara sus ganas de vivir. Tuvieron dos hijos: José Joel y Marysol.

En 1991 terminó su relación con Anel. El hecho de no ver a sus hijos como antes lo llevó a una terrible depresión, por lo que recayó en los vicios, aunque volvió a resurgir.

Luego su voz comenzó a sufrir estragos debido a su incesante actividad y problemas físicos que lo aquejaban. Pese a sus problemas de salud continuó grabando discos, con las que obtuvo múltiples reconocimi­entos.

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