Víctimas tenían todo para evitar aburrirse
Colgados de la luz y agua, así vivían los habitantes de la casa donde ocurrió la masacre de seis personas, que fuera tomada como trinchera por un grupo de vándalos, la cual contaba con un barandal de madera. A pesar de que le faltan ventanas y se había incendiado con anterioridad, tenía televisión satelital, un altar religioso, juegos de video, estéreo y todo lo necesario para no aburrirse.
Según la Fiscalía, la casa está protegida como evidencia sólo por un cordón de precaución color rojo, donde ayer en la madrugada ocurrió la matanza de seis personas que ahí dormían, marcada con el número 1210 de la calle Cañuela, de Laderas 2.
Se puede observar por la fachada que se trataba de una vivienda abandonada y que contaba con diablitos para abastecerse de energía eléctrica, los cuales están a simple vista en el medidor, al igual que el servicio de agua potable. Aun cuando está casi en ruinas, se observa muy bien adaptada para al menos estar cómodo y entretenido.
En el perímetro de enfrente hay un cerco de madera como advirtiendo que no entren; la puerta principal sólo asegurada con una cadena y candado, y al ingresar hay muebles viejos, sillones adaptados con carretes de cable, pero eso sí, con pantalla plana, videojuegos, DVD, y todo lo necesario como un refrigerador, microondas, entre otros electrodomésticos para preparar alimentos.
Muy vistoso es un altar religioso que está a mitad de la vivienda, donde pareciera que existe todo un idioma al encontrarse acomodados diversos artículos; además de imágenes de santos hay cartas de baraja, fichas de dominó, una pata de cabra, así como vasos tequileros con monedas y cartuchos y hasta una pick up de juguete.