Disparos turbaron el sueño
“Dormíamos muy tranquilos cuando se escucharon las ráfagas de armas”, señalan vecinos de casas aledañas al lugar de la masacre. El domicilio tiempo atrás estuvo abandonado y de pronto hombres llegaron a habitarlo, se veían entrar y salir pero no era una familia.
Al menos tres de los vecinos de la calle Cañuela coincidieron que estaban bien dormidos y los disparos los despertaron. Ayer por la madrugada se registró un ataque en la vivienda número 1210 de la citada calle, donde quedaron sin vida seis personas a quienes acribillaron cuando dormían.
“A esa casa llegaron varios hombres que tienen tiempo ahí y sólo se veía que salían y entraban otros. La vivienda estaba abandonada e incluso se había quemado una vez, pero en estos días observábamos a varios hombres de aspecto cholo que entraban y salían. Llegamos a pensar que eran personas que salían del Cereso y buscaban un lugar como este para habitar al no tener a dónde ir”.
“Siempre había alguien en la vivienda y se veía a varios de los jóvenes de la colonia entrar y salir, pero desconocíamos quiénes eran los que ahí vivían pues la casa estaba abandonada”, señalaron vecinos consternados por ver en la madrugada a policías que entraban y salían para sacar los cuerpos de las víctimas llenos de sangre.