CON SACRIFICIOS DIO CARRERA PROFESIONAL A SUS HIJAS
Proveniente de familia humilde, trabajó incansablemente para sacar adelante a su esposa y a sus tres hijas. Cuando recién contrajo matrimonio con Rita Armendáriz Barraza, su situación económica era difícil, pero ambos siendo personas trabajadoras cumplieron su sueño, que las tres tuvieran carrera profesional.
En los primeros años de casados tenían una casa pequeñita, dicen sus allegados, y poco a poco fueron logrando tener una mejor vida, siempre trabajando y esforzándose por ser mejores, “no eran de esos que pedían o querían que se les dieran las cosas fáciles, al contrario, luchaban como todos, trabajando, con esfuerzos y con sacrificios”.
Sus hijas, su mayor tesoro, un papá muy consentidor -en casa la que regañaba era doña Rita- y cuando llegaron los nietos, su alegría fue mayúscula volcando su gran amor en ellos.
Daniel Gregorio cursó estudios comerciales que lo acreditaban como contador privado; en el campo laboral se desenvolvió en la subdirección de Ingeniería y Apoyo Técnico (hoy SATO) donde desarrolló funciones diversas, participó en el sindicado de la Semarnat; luego de más de 27 años de servicio pidió su retiro voluntario.
Un hombre muy tranquilo, afirman quienes lo conocieron, alegre y cordial; inculcó valores a sus hijas, especialmente el del respeto y la unión familiar, lo que para él era fundamental.
A sus 63 años, su enfermedad unió aún más a su familia, esos seres que eran su razón de vivir y a quienes amaba profundamente demostrándoles en todo momento lo importante que eran para él.