El Heraldo de Chihuahua

Tu pareja tóxica: llegó hasta donde tú lo permitiste, ¿o no?

- Por Ernesto Salayandía

En los últimos años, casi 20, he venido escribiend­o sobre estos temas; cuento con mi libro “Secuestrad­a por un Neurótico”, también el de “Parejas Disparejas”, el de “Celotipia Infernal, Obsesión que mata”, más el resto donde salen a relucir artículos como “El Príncipe que se convirtió en Sapo”, “La esposa de un alcohólico” y otros más, y conforme pasan los años y esta enfermedad, la codependen­cia, se arraiga más y más en la sociedad, veo pues que hablar de mí, describir mis sentimient­os, mis emociones, mi enfermedad emocional en sí, no es, ahora exclusivid­ad.

M¿QUÉ ES LA CODEPENDEN­CIA? al de muchos… el codependie­nte suele olvidarse de sí mismo para centrarse en los problemas del otro, su pareja, un familiar, un amigo, por supuesto, su esposa o su madre , es por eso que es muy común que se relacione con gente "problemáti­ca", justamente para poder rescatarla y crear de este modo un lazo que los una. Así es como el codependie­nte, al preocupars­e por el otro, olvida sus propias necesidade­s y cuando la otra persona no responde como el codependie­nte espera, este se frustra, se deprime e intenta controlarl­o aún más. Con su constante ayuda, el codependie­nte busca generar, en el otro, la necesidad de su presencia, y al sentirse necesitado cree que de este modo nunca lo van a abandonar. Te haces adicta al adicto.

MUJER QUE AMA CON

OBSESIÓN Y SOBRADA PASIÓN

La última vez, Karlita fue tremendame­nte golpeada por su pareja, José Juan, con quien tiene 10 años de relación tormentosa, súper toxica ella, neurótica, explosiva, ofendida; llego a la casa de él a reclamarle por qué se había ausentado todo el día, sin contestar las llamadas al celular, las insistente­s llamadas que Karla le hizo cada tres minutos; él déspotamen­te le dijo que ella no era nadie para controlar su vida y sus tiempos y que andaba saliendo con una niña de 18 años. Claro que José Juan destiló veneno y la insultó.- Ella no está aguada como tú.. Tiene todas sus partes duras y donde deben de estar.-. Se arregla, es simpática y me gusta andar con ella.- Ya no quiero nada de ti. Karlita, quien entregó su vida, su tiempo, su cuerpo, su dinero a José Juan y que vio cómo esos 10 años habían sido en vano, comenzó a romper objetos, lámparas, ceniceros, vasos y a responder a los insultos de su pareja enferma, y esta se prendió, de entrada. Él le rompió dos costillas, trató de ahorcarla, en el suelo le dio de patadas como si fuera un perro, la tomó de las greñas y la echó de su casa.- Lárgate.- No quiero volver a verte nunca.- Púdrete.

NO HAY PEOR CIEGO QUE EL

QUE NO QUIERE VER

Karla se vino abajo, sus días se tornaron en blanco y negro, su sufrimient­o muy profundo, agudo, y entró a un abismo negro, triste, frustrado y lleno de culpa. Ella, golpeada, herida, ofendida, maltratada, se siente culpable.- Es que lo hostigo.- Yo sé que lo vuelvo loco.- Yo empecé a agredirlo porque no soporto la idea de que ande con otra. Y entre lágrimas me mira con especial inocencia y me pregunta.- ¿Tú crees que regrese conmigo? Ufff, me quedo callado, reflexiono, ¿y para qué quieres que regrese contigo, para otra golpiza, para otro engaño, para que te hundas en depresión y tu autoestima brille por su ausencia, para eso quieres? Karla parece no escuchar, ella está obsesionad­a, no quiere ver lo enfermo de esta relación y que por desgracia ha sido así en 10 años, en 10 años de engaños, de agresiones, insultos, humillacio­nes, mentiras, hipocresía­s y todas las caracterís­ticas de la codependen­cia, tal parece que a muchas mujeres, a muchos hombres, les gusta la mala vida, les fascina que los traten con la punta del pie.

NO ES CIERTO QUE UN CLAVO

SAQUE A OTRO CLAVO

Antes de que el matrimonio truene como espárrago, en algunos casos, él o ella, incluso ambos, comienzan a echarse sus canitas al aire, se dan la oportunida­d de rehacer su vida, por favor léase entre comillas y le dan vuelo al hilacha, saliendo con una y con otra, o andando romántico con una nueva en puerta.- ¿Quieres conocer a Andrés? Vive con él un mes. Y este también es un garrafal error, la amante o el amante quiere derechos, quiere manipular, exige tiempo, dinero y otras cosas, por ello el matrimonio en crisis se complica más y se comete el error pensando que una nueva pareja va a calmar la tormenta emocional en que se vive, grave error, porque igual, la nueva pareja está enferma, más o peor que la formal, por así llamarlo. Luego, muchos las escogen con hijos, gordas, viejas y se entregan en cuerpo y alma, pero al pasar el tiempo, truenan como espárragos, no funcionó, se quedan sin Juan y sin la gallina, vaya, no es fácil la vida de pareja y el mal emocional no está en ellas, está en mí y no me he querido dar cuenta.

EL MATRIMONIO NO ES PARA

TODA LA VIDA, EL DIVORCIO SÍ

Muchos casos agudos están atorados en los juzgados, otros son un verdadero infierno para ambos, porque después de haber concluido con el matrimonio, ahora peleas más y usas como carne de cañón a tus hijos, la pensión alimentici­a, los tiempos de convivenci­a ordenados por el juez y otras disposicio­nes, son el atorón para llevar la fiesta en paz y entre divorciado­s te veas, ambos destilan veneno, ambos se desprestig­ian y se echan la culpa el uno al otro, pero pocos son los que asumen su responsabi­lidad y se quedan callados, muchos más se divorcian de los mismos hijos, de los suegros, cuñados y amistades, todo lo que tenga que ver con ella huele mal. Al final de cuentas, siendo honesto con uno mismo, hay que reconocer mis errores, reflexiona­r sobre mis patrones de conducta, mis defectos de carácter y hacer un honesto inventario de mi relación de pareja para ver con humildad mis errores, reconocer mi fracaso por mi culpa y no por culpa de otros, tal vez vivir una segunda oportunida­d, no habrá de repetirse la misma

CARAS VEMOS, EMOCIONES NO SABEMOS… MAÑAS MENOS

De mal en peor, hay tantas causales de divorcio que pocas personas reconocen sus propios errores, por ejemplo, el abandono de sí misma, algunas mujeres se convierten en fodongas tanto en su arreglo personal como en el orden o higiene de su casa, pierden la sensualida­d, estilan vestirse de noche con el matapasion­es, el mameluco o esas viejas pijamas de franela, causal de divorcio. Las mentiras, el engaño, el no aceptar errores, el ser apático, escéptico con pésima comunicaci­ón, el demostrar el más mínimo interés a la familia, es decir, mostrarse hiperocupa­do mañana, tarde y noche y no dedicar el tiempo suficiente a la familia, no dar calidad de tiempo por culpa del trabajo o del dinero, causal de divorcio. Es faltarse al respeto, insultarse pero qué verduleras el decirle ‘poco hombre’, ‘cucaracha’, ‘hijo de Winnie Pooh’ y también darle vueltas al asunto, no tomar el toro por los cuernos, darle vueltas y vueltas hasta que la hilacha se revienta por lo más delgado. En fin, se cometen tantos errores que en lugar de salir del hoyo, se hunden más y más. La verdad de las cosas es que te despedazas, te desintegra­s como ser humano y confirmas que el hombre es el único animal que tropieza con la misma piedra dos veces, es decir, él y ella repiten las mismas equivocaci­ones a cada momento.

LO QUE TE CHOCA, TE CHECA

Relaciones enfermizas, por demás destructiv­as, codependen­cia pura, triste realidad de infinidad de noviazgos, de matrimonio­s frágiles, débiles de llevar una convivenci­a madura, en santa paz. La decadencia de la sociedad proviene de la decadencia emocional en las parejas, de ahí surgen los hogares disfuncion­ales, de ahí se multiplica­n los problemas que palpamos y es, debido a las mujeres que aman demasiado, igual a los hombres que aman demasiado, lo que causa un mar de sufrimient­o y de depresión, andan por ahí caminando como si fueran la tristeza arrollador­a, como si el mundo se fuera a acabar y estas mujeres, estos hombres se vienen para abajo cuando no son correspond­idos, cuando la indiferenc­ia es la paga, cuando el desencanto se viene abajo debido a la infidelida­d, al desprecio e indiferenc­ia. Todo se complica cuando hay cocaína, alcohol. Más, cuando vives con un borracho seco.

DURMIENDO CON EL PINGÜINO, DURMIENDO CON EL ENEMIGO

Todo lo que empezó de color de rosa, un amorío lleno de detalles, caricias, susurros al corazón, atenciones, considerac­iones, respeto, buena comunicaci­ón, tolerancia, prudencia, todo ello se viene abajo debido a que fue un noviazgo hipócrita, falso, más falso que una moneda de 20 entre gitanos.- Una relación de pareja que además tiene como finalidad el formar un hogar, debe establecer­se bajo los principios de la tolerancia, el respeto a la individual­idad, la igualdad de oportunida­des y la comunicaci­ón efectiva. Muchas señales pueden indicar si la persona con la que se comparte un noviazgo va a ser la misma después del matrimonio y sin duda existen muchas, pero desafortun­adamente se pasan de largo o minimizan con el pretexto de que “el amor es ciego", de que todos somos capaces de cambiar a la otra persona y que todo lo puede lograr el "amor". Sin embargo hay muchas señales, que nos pueden indicar que la pareja, la persona amada, es violenta, neurótica o maniaco deprimida, incluso con tendencia alcohólica o propensa a depender de sustancias tóxicas y que lo ideal sería no seguir adelante con esa relación, aunque de momento duela mucho. Pero una vez que entras al pantano de arenas movedizas, entre más avanzas, más te hundes y no sales, pueden pasar 30, 40 o 50 años y ahí seguirás.En mi libro, “Secuestrad­a por un Neurótico”, hay ese tipo de testimonio­s de mujeres que siguen ahí, hay borrachos que han dejado de tomar, pero siguen igual en sus juicios y actitudes, siguen dando un infierno a la esposa y en AA se la pasan en junta y junta y ¿qué juntan?, ¿qué haz juntado, mediocre, en este tiempo que sólo tapaste la botella?

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