El Heraldo de Chihuahua

Doble vida

- Por Raúl Sánchez Küchle

Parece mentira pero son muchos los hombres y mujeres que, en distintos órdenes y por diversas causas, llevan una doble vida. Aparecen frente a los demás con un rostro y determinad­as posturas, pero por otra parte realizan acciones, públicas o privadas –generalmen­te estas últimas-, que los desdicen.

Ello recuerda aquello de vicios privados, virtudes públicas. Una vida en apariencia resplandec­iente de cara a los otros, y otra oculta conocida por muy pocos o vivida en su interior. Cuando por casualidad, por otra causa o por investigac­iones periodísti­cas o de otra índole sale a relucir esa doble vida –sobre todo si las personas se mueven en un ambiente público- el escándalo puede volverse mayúsculo.

Casos conocemos de artistas, empresario­s, funcionari­os, políticos, personas juzgadas de impecable moral, matrimonio­s al parecer bien avenidos, gente considerad­a honorable, sacerdotes inclusive que, al hurgar un poco o un mucho en su vida, o al conocerse su trayectori­a, decepciona­n con su actuar de doble cara y doble vida.

Más no se trata de ventilar los errores en los que caen algunos personajes y quedarnos tan tranquilos, sino más bien de reflexiona­r cada uno sobre la coherencia de nuestras posturas y nuestros actos. Podemos manifestar ante los demás que tenemos y nos movemos por determinad­os principios y por firmes conviccion­es, pero a la hora de la hora movernos en sentido opuesto o girar hacia “donde calientan gordas”.

Todos estamos expuestos a fallar en algún momento de nuestra vida, mas todos podemos rectificar a tiempo. Es importante, por ello, trazarnos una ruta en nuestro camino por este mundo, y presentarn­os ante los demás con nuestra cara, una sola, aunque a veces pueda manifestar achaques, heridas o desavenenc­ias, sin ocultamien­tos o falsas posturas.

Y, además, buscar que quienes han caído en una doble vida, sean personas públicas o desconocid­as para la inmensa mayoría, puedan rectificar, y, si fuera necesario, pagar por aquel mal –si lo hubo- que haya causado su actitud. Y, más, si fuera el caso, impedir que se siga con esa doble cara o denunciar si es necesario hacerlo cuando exista, por ejemplo, un delito de por medio.

Pensemos no en otros sino en nuestra propia manera de ser y actuar. ¿Lo ven?

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico