Cárteles y maras se pelean por Chiapas
TAPACHULA, Chis.- A mediados del año anterior, el activista y exdirector del albergue Belén, Flor de María Rigonni, denunció que la Mara Salvatrucha y el Barrio 18 estaban formando un corredor para el trasiego de drogas y trata de personas, sin que nadie creyera que tal pronóstico se convertiría en un hecho que provocara tintes de violencia en 15 municipios de la región fronteriza con Guatemala.
El poderío de las maras se ha extendido por la frontera en el primer semestre de 2018. “Estas pandillas son piramidales, poderosas, en Italia, Milán, acaban de desmantelar una Mara Salvatrucha, México tiene que cuidarse de eso.
El problema surge en Centroamérica y en México ya hay reclutamiento de jóvenes, y tuve que inventar la palabra nueva de La Mara ‘orfandad de hermanos’, porque cuando llegan a los 14 y 15 años, son usados por los Maras, porque si no entran los matan, y la misma mamá o el papá lo saben”, dijo para Diario del Sur.
Rigoni dejó entrever que Maras, al lograr refugio, puedan continuar con acciones de pandillerismo y delitos contra migrantes y población en general, por lo que sostuvo que la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR) debe instalar filtros para impedir el ingreso de pandilleros que busquen replicar actos de violencia.
Los pandilleros mareros se han asentado de forma concreta en Chiapas. La pelea de territorio no ha tocado a personas ajenas a este fenómeno de inseguridad, pero muchos han atestiguado en las calles los asesinatos perpetrados a sangre fría entre bandos.
CENTRO Y NORTE SON OPERADOS POR CAPOS
Las Maras no son la única célula criminal que asola a la entidad. Los capos han asentado también nuevas rutas para el trasiego de drogas en el centro y norte del Estado.
Esta nueva ruta inicia en el corazón de la Selva Lacandona, en los municipios de Márquez de Comillas y Benemérito de las Américas, en los límites de México con Guatemala, otra límite entre naciones que ya es marcado por la delincuencia.
Los detenidos están presuntamente ligados al cártel Jalisco Nueva Generación, que mantiene el control en las costas de Chiapas y Oaxaca, de acuerdo con un informe la DEA.
El reporte de la Agencia Antidrogas de EU fue realizado en 2015 y advierte que la configuración y zonas de influencia de los grupos delictivos pudo cambiar y se ha reconfigurado los últimos años por la naturaleza de los cárteles.
En el informe presentado por la DEA, en Chiapas existen por lo menos cinco cárteles operando el trasiego de droga y la trata de personas. El cártel Jalisco Nueva Generación en las zonas de la Costa y Sierra, que se disputan con los cárteles del Golfo y Sinaloa. Señalan además la presencia de Los Zetas el centro del estado.