Una película sueca
“Miffo” (2003) es una película sueca dirigida por Daniel Lind Lagerlöf que cuenta una historia sencilla: Tobías es un clérigo recién graduado que comienza a trabajar en uno de los suburbios más pobres de Estocolmo, creyendo que está cambiando el mundo.
El concreto gris contrasta fuertemente con su hogar seguro. Aquí conoce a Carola, una joven en silla de ruedas, que subsiste con apoyo social y vive con su madre alcohólica. El amor surge entre ellos, pero ¿pueden sus mundos estar unidos? Una comedia romántica sobre las diferencias de clase que aún surgen en nuestros tiempos modernos.
El director Lagerlöf ha comentado que su película trata de encontrar su propio papel en la vida, pero sobre todo, es una película sobre el amor.
La cámara de Olof Johnson mira desde la silla de ruedas de Carola o a la tierra desde la perspectiva de Dios. Estamos ante una peli que sabe sacarle jugo a las situaciones diarias para lograr arrancar una sonrisa o una risa al espectador.
Lejos de los estereotipos de las comedias románticas de Hollywood, en “Miffo” los pobres no están tristes, son un poco más felices de lo que son en la vida real, pero el ambiente descrito es más sucio y más drástico que en las películas estadounidenses y sobre todo el asunto de la chica parapléjica y su modo de vivir la vida es tratado de manera más ligera.
La historia de Tobías tiene que ver con su fe y las dudas con respecto a su vocación que el enamoramiento con Carola le produce. Para escapar del control de sus padres, se aloja en la casa de su exnovia, con la que al final termina casándose. El conflicto para Tobías ya no es sólo de fe y amor, pues queda claro el vacío, el aburrimiento y la arrogancia de la “clase media”, de la que proviene. Y el punto culminante de todo esto es su propia fiesta de bodas.
”Miffo” cuenta con un reparto verdaderamente encantador, especialmente Livia Millhagen, que interpreta a Carola, de espíritu libre y buen humor. En su primer papel principal, interpretando a una joven en su silla de ruedas Livia, con sus sonrisas y grandes ganas de vivir, no sólo roba el corazón de Tobías sino también del espectador.
En fin que este filme sueco es muy divertido, con muy buenas actuaciones, que hace pasar más de hora y media de buen entretenimiento, mientras conocemos un rostro desconocido de este país tan lejano y ajeno a nosotros.
luisraulherrera@yahoo.com.mx