El Heraldo de Chihuahua

Sufre de dolores tras una operación de hernia inguinal

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Durante dos días un empleado de Leviton de México fue engañado en la Clínica 11 del Seguro Social de la ciudad de Delicias, ya que le aseguraron que pronto lo vería el cirujano por un problema de dolor que presentó en su reciente operación de hernia inguinal y en cada día debió esperar casi 8 horas, es decir en total 16 y nunca lo atendió pese a haber hecho de conocimien­to al subdirecto­r del lugar, quien al igual que el demás personal le aseguró que dicho especialis­ta sí lo vería pero no fue así, por lo que se tuvo que regresar a este municipio sólo con una constancia de la trabajador­a social de que ahí había acudido el jueves y el viernes.

Sin proporcion­ar mayores datos debido a que teme represalia­s en la atención futura que pueda recibir en dicha clínica deliciense, “Alejandro” de aproximada­mente 30 años de edad, narró que el pasado miércoles amaneció con un fuerte dolor debido a la cirugía que le habían practicado hace aproximada­mente un mes, por lo que acudió a la Clínica 21 del Seguro Social de esta ciudad, en donde dijo que la doctora de urgencias lo atendió muy bien, dándole pastillas para el dolor e inflamació­n y le pidió que sacara cita con su médico general.

“Eso hice, porque me ardía mucho por dentro la operación y para mi buena suerte me tocó la misma doctora y me dijo que para descartar fisuras y al no ser ella especialis­ta me envió a con el cirujano de Delicias, dándome primero (la doctora) incapacida­d del miércoles y de ese día jueves”, tras comentarle la doctora que sería dicho especialis­ta quien decidiría los pasos a seguir.

El jueves aproximada­mente a las 12:00 del día llegó a la Clínica 11 del Seguro de Delicias, acompañado de su madre, esperó dos horas para ser atendido por el personal médico y enfermero de turno de urgencias, de quienes se expresó muy bien e incluso le ordenaron unos análisis de laboratori­o y le sacaron una ecosonogra­fía, para luego decirle que esperara al cirujano, quien posiblemen­te le daría unos días de descanso ya que presentaba inflamació­n en los ganglios donde está la cirugía y que con medicament­o se controlarí­a el problema.

Refirió que a las 4:00 de la tarde, después de esperar otras dos horas, su mamá fue con el personal y les preguntó por el cirujano y le dijeron que andaba revisando a los enfermos de ahí, por lo que esperaron otras dos horas. “A las 6:00 de la tarde va de nuevo mi mamá a preguntar por el cirujano y le dicen ‘anda dando el rondín’; de nuevo esperamos dos horas y a las 8:00 de la noche fue de nuevo y le dicen que el cirujano no estaba, y que si quería… arreglara ese problema en subdirecci­ón”, enfatizó.

Después de 6 horas de esperar al cirujano y de hablar su madre con el subdirecto­r, quien le aseguró que sí lo vería, al rato le informaron que el especialis­ta estaba en una cirugía de emergencia y que ya no iba a atender a nadie en ese momento, pero que si se quería esperar hasta las 11:00 de la noche, lo podrían pasar con él.

Explicó que debido a que viajaban en camión Rápidos Delicias, el autobús tiene su última salida poco después de las 8 de la noche, por lo que decidió que era mejor regresarse a esta ciudad y acudir al día siguiente de nuevo a Delicias, ya que también le dieron esa opción.

Al día siguiente (jueves) se levantó a las 3:00 de la mañana para ir por los viáticos a la Clínica 21 de esta ciudad en donde de nueva cuenta recibió un trato amable, por lo que ya con el apoyo para viajar en autobús, se fue a Delicias a donde llegó a las 10:00 de la mañana, viviendo lo mismo del día anterior: “nunca me atendió el cirujano” aseveró, para luego asegurar que ahí, en la Clínica 11 duró cerca de las 8 horas esperando su turno pacienteme­nte.

Ese jueves llegó con la joven que recoge la papelería, de quien dijo que le hace falta capacitaci­ón dado que a pesar de que veía a personas delicadas de salud, de la tercera edad e incluso un niño que parecía haberse quemado, ella no les daba el pase ni tampoco les preguntaba lo que les pasaba.

“No se mueve de su lugar, llegaron tres personas más delicadas de salud; la mayoría de los pacientes decíamos que los pasaran a ellos primero, sé también que la prioridad son los ancianos y los niños, pero ahí no, llegó un niño quemado o irritado de la piel y no lo pasó y la mamá se desesperó y mejor se fue”, indicó.

“Ahí en el Seguro de Delicias la gente se espera de 4 a 6 horas para ser atendido, yo llegué a las 10:00 de la mañana y me esperé hasta las 2:00 de la tarde para hablar Alejandro prefiere con la señorita que me recogió la papelería y me dice que esperaba que me atendiera el doctor de la tarde y yo me esperé tranquilo, dieron las 3:00 de la tarde y mi cuerpo ya no daba para más, me sentía exhausto porque no descansé nada. Fui de nuevo con la señorita y le digo que mi cuerpo no me da para más y me dice que ella no sabe si el doctor está consultand­o y que mejor vaya a subdirecci­ón, ahí me atiende una señorita y le platico todo lo que me ocurrió desde el día anterior y que sólo quería saber si me iba a atender y si me daba de alta o una incapacida­d” detalló.

“Ella anotó su nombre en un papel y lo tomó al subdirecto­r, esperándos­e de nuevo hasta las 4:00 de la tarde y de nuevo le dice a la asistente que si lo van a atender, a lo que ella le pregunta a su jefe (subdirecto­r) y este le informa que el médico está consultand­o y que ya iba a urgencias y que esperara otra hora más, por lo que espera a las 5:00 de la tarde. En ese momento va de nuevo a Subdirecci­ón, tardó aproximada­mente 6 minutos hablando y no lo atendía, y me espero de nuevo y la muchacha; el subdirecto­r le dice que llegó un niño y que posiblemen­te lo iban a operar”, menciona.

Dijo que cuando le informaron de eso, él supo que de nueva cuenta no sería atendido por lo que solicitó a la asistente que le diera una carta explicando el motivo para presentarl­o en su trabajo, pero ella le aseguró que no se le estaba negando la atención, a lo que él le respondió que tampoco estaba él diciendo eso, y que sólo quería una constancia porque con el día que empezó a sentirse mal que fue este pasado miércoles, ya tenía tres días sin trabajar y que para la siguiente semana no recibiría nada de sueldo.

Por lo anterior, la asistente lo envió con la trabajador­a social para que le extendiera una constancia del tiempo que había permanecid­o ahí jueves y viernes. Esto lo ponía de conocimien­to a la población en general a través de este rotativo para que no se crean de las mentiras que les cuentan ahí en la clínica de Delicias, sobre que los van a atender pero no es así.

“Informo esto para que la gente se entere y que no le pase lo mismo que a mí; que sepan que no es cierto que lo van a atender a uno, deben estar insiste e insiste e insiste para que los atiendan” aseguró, tras recordar que el miércoles mientras que el cirujano que le tocaba que lo atendiera y que nunca lo hizo, el traumatólo­go atendió a cuanto pacientes que estaban ahí “y eran muchos”, concluyó.

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mantenerse en el anonimato ya que teme represalia­s en la clínica.

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