Escenarios económicos
Renegociación del TLCAN; existe más probabilidad que se elimine el TLCAN y surja un Tratado de Libre Comercio Bilateral entre EU y México. El presidente Trump asegura que el TLCAN debe cambiar de nombre a “Acuerdo Bilateral Estados Unidos y México”.
El pasado 27 de agosto los representantes de la renegociación del TLCAN de EU y México llegaron a un acuerdo bilateral previo en cuatro puntos torales, propuestos originalmente por D. Trump, que México se rehusó a firmar en las reuniones previas, los puntos fueron: Acuerdo Bilateral, Eliminar el Capítulo 19 Solución de Controversias ante la Organización Mundial del Comercio OMC, Las reglas de origen en el sector automotriz, se acordó incrementar el grado de integración de autopartes del 62.5% al 75% provenientes de empresas estadounidenses, aumento de salario en la producción de automóviles del 40 al 45% para exportación a EU, se deben pagar 16 dólares la hora a trabajadores y continuar grabando las importaciones en EU sobre el aluminio y el acero mexicano con un arancel del 10 y 25% respectivamente.
El propósito fundamental y original de D. Trump de eliminar el capítulo 19, sobre solución de controversias por incumplimiento de alguno de los países miembros, los conflictos legales que se lleguen a presentar entre ambos países, se concilien o resuelvan en tribunales de EU y no en tribunales de la Organización Mundial del Comercio (OMC). EU inició la guerra y violación al derecho internacional al grabar aranceles al aluminio y acero con México, Canadá, China y la Unión Europea, otros gravámenes ilegales les impuso a Canadá en los lácteos y maderas blandas, de igual forma hizo lo propio con productos turcos. Con el TLCAN o con el acuerdo bilateral, EU sigue y seguirá imponiendo sus reglas del comercio internacional, ya sea en tribunales de la OMC o en sus propios tribunales.
El otro punto acordado es el incremento de los grados de integración de autopartes en automóviles armados en la zona del acuerdo bilateral entre EU y México, que deben provenir de empresas norteamericanas, actualmente el grado de integración es del 62.5%, se acordó incrementarlo al 75%, beneficiando a las empresas de su país, perjudicando la oportunidad que tenían las empresas mexicanas de producir autopartes por un 37.5%, con este acuerdo sólo producirán un 25%.
Otro punto de acuerdo es sobre el incremento de sueldos a los trabajadores de armadoras de automóviles en México, que deberán de ganar un salario no menor a 16 dólares, hago referencia únicamente a México, porque los trabajadores no reciben ese sueldo, en cambio en EU ganan esa cantidad, este salario se deberá pagar en las empresas que participen con un 40 o 45% de la producción total de ambos países.
Un punto muy importante es que se elimina la exención de aranceles al aluminio y el acero, para mantener la tasa del 10% al aluminio y 25% al acero, con el TLCAN estaban exentos, México continuará grabando aranceles a los productos importados de EU impuestos ilegalmente en días pasados a la carne de puerco, whisky, hojas de aluminio, manzanas, arándanos y papas que van desde un 5 hasta 25%.
Los objetivos que pretende D. Trump es reducir el déficit comercial de la Balanza Comercial con México, fortaleciendo el mercado interno o proteccionismo y debilitando el comercio internacional o liberalismo, ya que el factor fundamental de atraer la IED de empresas gringas a México son los bajos salarios, que equivalen ocho veces más en EUA que en México, al incrementar el salario de los trabajadores en armadoras de automóviles a 16 dólares las hora, se pretende desincentivar que las empresas estadounidenses migren a México y que las que existen actualmente, se desistan de incrementar sus inversiones, perjudicando a México en la generación y reducción de empleos de este sector. Las empresas de Norteamérica se regresarán a EU para generar empleos allá. Con el incremento de GIN de EUA al 75% se incrementará la producción de autopartes de empresas americanas, generando una mayor cantidad de empleos estadounidenses y generando desempleo en México. Los aranceles impuestos al acero y aluminio mexicanos incentivan a las empresas norteamericanas a no comprar en México, producir y demandar a empresas norteamericanas. Queda pendiente el proceso de autorización parlamentaria, dudo que el congreso de EU autorice un tratado bilateral.