“Menos inversión en asfalto y más en capital humano”
Es una tragedia y resta productividad derrochar el dinero en calles poco utilizadas, afirma
Para poner en contexto, el experto mencionó que la formación urbana en el mundo llegó a los 2 mil millones en 1986, es decir, tardamos milenios en llegar a 2 mil millones de ciudadanos urbanos. En los siguientes 30 años se duplicó, “un ritmo brutal”.
Además, precisó que la huella urbana creció más rápido que la población, porque las ciudades se desarrollaron con menos densidad, con lo cual aproximadamente tres cuartos del tejido urbano que tenemos hoy día en el mundo en conjunto, tiene menos de 30 años.
“La ciudad no es esa entelequia milenaria que todos pensamos. La ciudad hoy por hoy, es una cosa muy reciente, que hemos hecho hace poco sin haber testado este modelo urbano y que vamos a sufrir las consecuencias en las próximas década”, advirtió en su ponencia “Regeneración Urbana”, donde expuso el caso de éxito de Bilbao, España.
En Chihuahua, en 40 años (19702010) la densidad cayó a la mitad. El 84% del tejido urbano en Chihuahua tiene menos de 40 años. “Chihuahua es tremendamente nueva”, a decir de Alayo.
Ante esto, lo que recomienda para Chihuahua es que primero se debe entender a qué crisis se enfrenta. “Cuando decía que muchas veces las crisis son latentes, Chihuahua está creciendo de una manera insostenible y a eso hay que ponerle datos y darse cuenta”.
Comparó esto con el fenómeno del cambio climático: hace 40 años unos pocos científicos empezaron a analizar lo que estaba pasando, siendo catalogados como locos, “espero que con las ciudades no nos pase lo mismo y no nos tardemos 40 años”, declaró ante los presentes.
Explicó además que la ciudad del futuro necesita instrumentos de gestión porque necesita enfrentarse a retos fuera de lo habitual y profesionalizarse, para luego entender cómo financiar los cambios. “El dinero no llueve del cielo y cuando se consigue financiación la mayoría de las veces hay que pagarla, rara vez llega a fondo perdido. Hay que saber cómo se rediseñan incentivos, pero también hay que hacer mucho mejor uso de los activos públicos, limitar el derroche en activos públicos que tienen muy poco rendimiento y sobre todo aprovechar las plusvalías para lo público”, opinó, al momento que agregó que las plusvalías las generan lo público, entonces es la administración pública la que cambia la legislación, la normativa para que las plusvalías afloren.
En este sentido, aportó tres áreas de interés: la primera es evaluar la forma urbana y su evolución, lo que consideró fundamental para el caso de Chihuahua, “evaluando los costos en infraestructura para los próximas décadas y los costes de oportunidad, esto es, en qué se gasta y dónde se deja de gastar”.
Ante esto, indicó que los recursos públicos son limitados, por ello se debe ser súper eficiente, empleando el recurso con precisión quirúrgica. “Derrochar en miles y miles de metros cuadrados de calles poco utilizadas para mí es una tragedia; además que se reduce la productividad”, apuntó.
La segunda área de interés es revisar las regulaciones urbanísticas y por último, invertir en capital humano. “Dejemos de invertir en asfalto e invirtamos en capital humano, que es lo que va a hacer crecer a Chihuahua y a México en su conjunto y dentro de esto se incluye la organización participativa, ya que cuanto mejor sepamos organizarnos, mejor será la productividad”, finalizó.