Moras y cristianas
En definitiva hay autores dedicados a hacernos entender lo aburrida que puede ser una época, en este caso me traslado a los siglos X y XI de la era cristiana.
Ángeles de Irisarri y Magdalena Lasala me llevan a conocer menestrales, poetas, prostitutas, campesinas y sultanas, quienes prestan voz en un diálogo de historias y emociones que recorre la vida cotidiana de las mujeres de la hispania medieval. En esa época en que la península se encontraba dividida en un mosaico de reinos moros y cristianos.
Cuando elegí este libro, creo que tuve uno de esos lapsos donde mi memoria juraba que las letras de Ángeles de Irisarri eran muy buenas sobre todo si se trata de prosa medieval.
Pero no, simplemente se encarga de que el lector se sumerja en el tedio del costumbrismo medieval, en el que va a describirlo todo: la ropa, la comida, el paisaje, combinado con un par de diálogos nada interesantes, que sólo denotan que son una mezcla ambigua entre lo que pudo haber investigado y su escasa imaginación.
A la otra autora ni siquiera la tengo en el imaginario colectivo, y en este caso sólo se encargó de emular el estilo de Ángeles de Irisarri, sin hacer por lo menos el intento de rescatar el libro y darle al lector motivos de conservarlo entre las manos.
El caso es que no vuelvo a perder la memoria con ella, pero si usted es fan de las novelas donde se escribe a dos manos y desde el tedio, las historias medievales Ángeles de Irisarri y la otra tienen un diálogo interminable entre moras y cristianas que ocuparan sus tardes de café.
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