Cartero, oficio que data del México prehispánico
Este 12 de noviembre se celebra el Día del Cartero, que se conmemora en el país desde hace 87 años
CARLOS GONZÁLEZ “Somos los enemigos naturales de los perros, nos ven e inmediatamente es el conflicto”
RITO CHÁVEZ
“Me da satisfacción el cerrar un círculo de comunicación, y que entregue una carta personal siempre te hace sentir bien al saber que la persona tendrá ese paquete que estaba esperando”
JULIÁN HERNÁNDEZ “Es un trabajo muy especial, aprendemos mucho a convivir con la gente, nos enseñan a ser personas más humanas, responsables, vemos diferentes puntos de vista que nos sirve mucho para la vida. Nos hemos encontrado con noticias muy buenas, como noticias tristes, aunque ya son muy pocas las cartas personales”
RICARDO ROBLES
“Cuando llego a la calle y utilizó el silbato, la gente sale con confianza a que le entregue su correspondencia. Las personas son muy amables y ya nos identifican como carteros”
Bajo los fuertes rayos del sol, con temperaturas bajo cero, con lluvias sorpresivas y huyendo de los perros rebeldes, hombres de camisa blanca montados en bicicletas se encargan de llevar hasta las puertas de las casas la correspondencia que a diario se recibe en las oficinas de Correos de México. Un oficio que se resiste a desaparecer ante las nuevas tecnologías digitales y la pérdida de costumbres, como el escribir cartas personales.
Este 12 de noviembre se celebra el Día del Cartero en el país, un oficio antiguo que nació ante la necesidad de crear líneas de comunicación desde la época Prehispánica. En 1986, por decreto presidencial, se crea el organismo descentralizado denominado Servicio Postal Mexicano, como una respuesta a modernizar las prácticas operativas y administrativas en busca de una mayor productividad en los servicios de comunicación.
En 1931 el presidente Pascual Ortiz Rubio decretó que se celebraría el Día del Cartero, siendo conmemorados cada 12 de noviembre desde hace 87 años. Con esta fecha, se busca hacer un reconocimiento a la obra social de aquellas personas que son encargadas de llevar los mensajes esperados por los ciudadanos, sin importar las circunstancias o el ambiente.
Aunque el tipo de correspondencia ha cambiado a lo largo de los años, y las historias de amor que se vivían a través de entregar una carta han disminuido, aún existen miles de carteros en el país que se resisten a dejar el oficio. Se debe, sobre todo, por el contacto que se establece con las personas que esperan su correspondencia, aquéllos que son amables con los carteros, les dan las gracias y en ocasiones les ofrecen un vaso de agua.
A pesar de la lluvia, de las altas temperaturas, del riesgo en el tráfico y de los demás riesgos al laborar entre calles transitadas en una ciudad que se extiende cada día, los carteros de Chihuahua continúan con un oficio que les llena de alegría, de satisfacción y de plenitud al sentirse parte del proceso de comunicación en el país, y quizás el eslabón más importante de la cadena, el de la entrega.