Cuando el estado ve gasto donde hay inversión
Dos años después, tratan desesperadamente de tapar un hoyo haciendo otro de mayores dimensiones, en dos años no han entendido la importancia de un buen asesoramiento en el tema de los dineros, puesto que sigue sin existir la obra pública de peso que siempre suena en cualquier administración estatal, los programas sociales destinados a las zonas más marginadas en la entidad no han trascendido de la política paternalista y del apoyo tradicional, la inseguridad campea por todo el territorio estatal sin que la autoridad le pueda poner freno o por lo menos ralentice su paso. No por nada algún examigo del actual gobernador habría declarado que su gobierno es el peor de los últimos 50 años, eso incluye necesariamente al de los priistas y al de primer gobierno panista de Pancho Barrio Terrazas.
En esa misma desesperación, en la que están tratado de manera desaforada hallar la solución a sus problemas financieros, están cometiendo errores garrafales, que traerán consecuencias graves a la entidad si no impedimos que sigan su curso.
Uno de ellos, ya lo habíamos comentado antes, era el recorte de personal en áreas vitales para la administración, por los servicios sobretodo los de salud, que sin médicos, sin personal suficiente se vuelven más tardíos, menos eficientes y por lo tanto se convierten en otra carga para la ciudadanía. El recorte de personal a la base trabajadora de gobierno es torpe e inoportuno, porque no resolverá el problema de fondo. En todo caso, como ya lo dijimos antes, que se recorte a la plantilla ejecutiva, a los aviadores de la administración, a los amigos políticos que cobran muchísimo más que los primeros pero que sirven mucho menos a los intereses de los ciudadanos.
El nuevo error es el que está afectando ahora a otro rubro sensible, que es el educativo, donde también permeó el recorte de personal, y la eliminación de programas importantes para el desarrollo de niños de primaria,
En Chihuahua, se entiende que
el gobierno estatal se encuentra en esa etapa, en la que recientemente hizo cambios en diversas áreas de la estructura gubernamental, hizo movimientos, pertinentes o no, pero muchas áreas lo necesitaban, y otras los siguen necesitando.
como el de las rondallas y orquestas las escuelas públicas de nivel básico en Chihuahua, que fueron excluidas del presupuesto y ahora sólo quedan los instrumentos musicales sin maestro que guíe a los jovencitos.
Ahora, esta euforia le está pegando a la Universidad Tecnológica de Paquimé, en la cual se ha ordenado dar de baja al 30 por ciento del total del personal, a fin de reducir gastos, lo cual haría a la institución inoperante, o deficiente por decir lo menos.
Esta medida es una estocada grave a una institución en desarrollo que en lugar de recibir nuevos y mejores apoyos para continuar en ese ascenso, es diezmada con este tipo de recortes y amenazas por parte de la administración estatal, que una vez más centraliza los apoyos y los reserva a los intereses del gobierno en turno.
Además, la Secretaría de Hacienda estatal, adeuda desde hace tiempo a la Universidad Tecnológica de Paquimé 6 millones de pesos, que esperaban con ansias los directivos para continuar con sus programas académicos, para el pago de nominas, para servicios, entre otros. Por el contrario reciben la noticia de que tienen que correr a una tercera parte del personal, porque el gobierno corralista prefiere dedicar los recursos a otros eventos, muchos de ellos de carácter político.
No es posible que sigan ese sendero, porque al final del quinquenio, nos hallaremos con puros elefantes blancos por todos lados. No importaría tanto que cerraran alguna oficina de reciente creación, para atender asuntos de grilla política de la administración, o cualquier espacio que fue abierto en el presente periodo precisamente para darle cabida a los amigos del gobernador, o de algún otro encumbrado en el gobierno corralista. Lo que sí es grave, es que se cierren espacios importantes para la ciudadanía, como los relacionados al sistema estatal de salud o del sector educativo, ni qué decir del rubro de seguridad, que necesita más elementos, más equipo, mejores herramientas de trabajo.
Por otro lado, el próximo gobierno federal de MORENA, ha planteado por el contrario reforzar el tema de la educación, sobretodo a nivel profesional, con la creación de dos nuevas universidades, donde las propias instituciones se ven vulneradas por el vaivén político local, que unas veces se les apoya con todo, y en otras, se les deja a la deriva, y en otras peores reciben ataques de la propia administración.
Una de las universidades está planteada para Urique, allá en lo profundo de la barranca, en nuestra hermosa Sierra Tarahumara, donde llega muy poco apoyo, por las condiciones de su geografía, y también hay que decirlo, porque su población no representa un buen botín político para los gobernantes en turno, entonces, ¿Para que invertirle tanto?. Pero el próximo gobierno federal, que encabezará Andrés Manuel López Obrador, ha prometido la edificación de una universidad pública en ese confín de Chihuahua, para que nuestros hermanos de la Sierra y zonas cercanas, puedan acceder por primera vez, a un estudio de nivel superior, sin tener que mudarse a la capital u otro estado.
La otra universidad pública está planteada para instalarse en una zona emblemática para nuestro estado, no tanto por su belleza natural que supera por mucho a otros paisajes del propio país y del extranjero, o por su gente que vive en la miseria tras siglos de abandono, pero que se sabe, tienen un corazón de fuego, por la calidez de su trato y por la reciedumbre de su trabajo; más bien, se reconoce por el clima de inseguridad que ha permeado durante mucho tiempo, por ser zona estratégica para la cosecha y trasiego de enervantes. Hablamos del municipio de Guadalupe y Calvo, ubicado en el extremo sur de nuestro territorio estatal, hasta donde tendrán que trasladarse maquinaria y recursos suficientes para edificar una escuela de nivel superior digna de los habitantes de aquel hermoso lugar, y de los vecinos.
A este esfuerzo tendremos que sumarle el programa de becas que dispondrá la Secretaría de Educación Pública a partir del próximo sexenio, para jóvenes que están en edad de estudiar la universidad pero que su situación económica es precaria y les imposibilita acceder a los estudios universitarios. Serán más de 46,000 jóvenes e nuestro estado que podrán acceder a una beca de 3,600 pesos mensuales, para que puedan continuar con sus estudios, y con ello, en un futuro no muy distante podrán devolver a Chihuahua y a México, con creces, gran parte de lo que han recibido, por medio de su propia productividad y desarrollo.
Desde este espacio, conminamos a que el gobierno de Javier Corral atienda el adeudo que tiene la administración estatal a su cargo con la Universidad Tecnológica de Paquimé, que frene el recorte de personal y que vea hacia el futuro, donde no es él, ni un servidor, ni nadie interesado en que se le apoye a dicha institución los que saldremos ganadores de esa acción, sino el propio pueblo de Paquimé, el Pueblo de Chihuahua.