Baches, inundaciones y crecida de arroyos por las lluvias en la ciudad
En Chihuahua capital, la lluvia registrada desde la madrugada del viernes causó estragos en diferentes puntos de la ciudad, desde calles inundadas hasta arroyos y canales con fuerte corriente de agua, por lo que los automovilistas y los transeúntes se vieron afectados en su rutina.
De acuerdo con la Coordinación Estatal de Protección Civil, y publicaciones en redes sociales por parte de la ciudadanía, desde la madrugada del viernes comenzó la lluvia en la capital, por lo que para las primeras horas de la mañana, algunas calles ya se encontraban inundadas.
Las inundaciones ocasionaron que los automovilistas no les fuera posible percatarse de los baches que se ubican en las calles, tal es el caso de al menos 10 vehículos que cayeron en un bache ubicado en las calles Egipto y Ramón Betance en la colonia Nuevo Paraíso, cerca de las instalaciones de la Policía Vial. Uno de los vehículos quedó atorado, por lo que debió de ser auxiliado por una grúa.
En el corto canal ubicado en la calle 42 y Terrazas, una alcantarilla se desbordó a causa de la basura, ramas, hojas y tierra que fueron empujadas por la corriente de agua, por lo que la precipitación acumulada salía de manera violenta.
Asimismo, el arroyo canalizado en la calle 48 y 20 de Noviembre, de la colonia Rosario, también llevaba un flujo de agua considerable, mismo que cruzaba la calle 48, por lo que los automovilistas tenían extremo cuidado al circular sobre la zona.
Las bajas temperaturas que acompañaron las precipitaciones ocasionaron que un pequeño grupo de trabajadores de obra se cubrieran sobre la tierra con un par de lonas, y para calentarse, encendieron una pequeña fogata en la zona, esperando que la lluvia cesara para continuar con sus labores de construcción.
Para cubrirse de la precipitación, adultos de la tercera edad utilizaban paraguas y bolsas de basura, incluso, un indigente mayor se vio en la necesidad de protegerse bajo el umbral de la entrada a la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, asegurando que sus pies, cobijas, ropa y alimentos permanecieran secos.