Esperan mejores tiempos para el SNTE
Sr. Director:
El cambio en el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación es algo natural en tiempos de relevo político, y no nos debe incomodar a los que trabajamos en el sector educativo. Nos enteramos de que el profesor Juan Díaz de la Torre pidió licencia a su cargo de presidente del SNTE, y es ocupado su lugar por Alfonso Zepeda Salas, quien se ha distinguido desde hace años por su apegada labor a los lineamientos de la organización, y en esta circunstancia se espera de él que en su carácter de dirigente interino haga bien las cosas. Realmente el papel de presidente del Comité Nacional, pues es una responsabilidad de mucho peso.
El sindicato de maestros es el más grande de América Latina y lógicamente es complejo, tomando en cuenta además el alto nivel de preparación de los maestros. Se ha considerado que las secciones sindicales siguen con su trabajo acostumbrado, los profes a su grupo y a sus altas encomiendas, y lo demás es cosa de ajustes en la dirigencia. Con la llegada de López Obrador a la Presidencia de la República en unos cuantos días, se tendrán que realizar pláticas con los directivos de la SEP, es natural, está pendiente el asunto de la reforma educativa y hay que tomar acuerdos. Las necesidades educativas no cesan, y hay que actuar con firmeza y convicción. El factor educativo lo comparten las autoridades de gobierno y los dirigentes sindicales, cada quien en su ámbito, con autonomía, pero con el objetivo común de ajustar esfuerzos por el bien de los niños y los jóvenes. Eso es indudable.
La cabeza de una organización es importante, pero más lo es la base, que es la mayoría. Y el SNTE es sólido, no digo que no haya diferencias, las hay, pero la decisión mayoritaria es la que tiene que prevalecer en todo momento. Esperemos tiempos mejores con el gobierno entrante, y no se nos olvide que la unidad hace la fuerza. Una mejor educación es el compromiso de todos los que laboramos en el sector educativo, y por ese objetivo tenemos que luchar desde nuestra trinchera.
Gracias Profr. Enrique Díaz