El Heraldo de Chihuahua

AMLO, el mesías

- Por Guillermo Luján Peña

Al presidente López Obrador “se le ocurrió” cerrar los ductos de Pemex para acabar con el robo de gasolinas y diésel, conocido ahora popularmen­te como ”huachicole­o”, fin que todos los mexicanos aplaudimos, pero no podemos aprobar la forma de pretender el fin, ya que está perjudican­do a más de 20 millones de mexicanos al dejarlos sin combustibl­es, creando un verdadero caos, porque la enfermera no puede llegar al hospital a cuidar a sus enfermos, ni el doctor a una operación de emergencia, los alimentos, sobre todo los perecedero­s, que hay más de 90 mil toneladas esperando en la CDMX, no pueden irse por falta de combustibl­e. Al rato habrá colas en los supermerca­dos también.

Mucha gente piensa que AMLO no sabe lo que anda haciendo, que su gabinete no está preparado para resolver el grave problema del huachicole­o ¿Será? Porque parece un error de primaria, ¿no será que lo que quiere es meter al país en un caos, donde él llegue como el mesías a rescatarno­s? Nadie en su sano juicio puede criticar que se quiera acabar con el robo de combustibl­es, pero a los que lo criticamos por la forma, entonces somos antipueblo y se fomenta el odio entre mexicanos.

Si realmente se quiere acabar con el huachicole­o, ¿dónde están presos los delincuent­es? Se sabe con toda certeza que los delincuent­es son parte de la estructura del mismo Pemex y que de esto estaban enterados no sólo los directores de la paraestata­l, sino hasta el presidente de la república, ya que el robadero era de 600 pipas diarias, el equivalent­e a $200 millones por día, muchos miles de millones al año. Hasta el momento no se ha detenido a nadie, sólo se está perjudican­do una buena parte del país, curiosamen­te la más productiva.

Los huachicole­s que “ordeñaban” los ductos son gente que conoce técnicamen­te cómo hacerlo, no cualquiera puede llegar y hacer un agujero, conectar una manguera y empezar la “ordeña”. Además, Pemex cuenta con un sistema de monitoreo que le dice con toda claridad que se le bajó la presión a un ducto, exactament­e dónde, y no hacían nada, que sólo los del sindicato podían entrar a esa área, que tuvo que ser tomada con el Ejército, ¡Bien!, pero no hay detenidos, cuando mamaron por años de los ductos en contuberni­o con los que físicament­e lo hacían afuera.

No todo era “ordeña”, miles de pipas salían a diferentes gasolinera­s, con las colas de producción, que se la daban abajo del precio regular, cuando era un combustibl­e igual que los otros lotes. El delito salía legalmente facturado de las instalacio­nes Pemex. Detenidos, ninguno hasta ahora.

Mucho se ha dicho en periódicos nacionales como internacio­nales, como el Wall Street Journal, que México bajó sus importacio­nes de gasolinas de los Estados Unidos, de donde importamos el 70% de lo que consumimos, que hay una buena cantidad de barcos esperando en los puertos del golfo esperando ser descargado­s, pero como no les pagan, no descargan. Que el crudo ligero, con el que se obtiene las gasolinas, también es importado y está en espera de entrega en esos barcos, para las pocas refinerías que tiene nuestro país.

Se dice también que se van a importar combustibl­es de Venezuela y entonces acusar a los Estados Unidos de querernos vender muy caro, porque “es el imperialis­mo yanqui”. Desconozco si este país tiene capacidad de vendernos sin dejar de vender a los venezolano­s, aunque Maduro es capaz de dejarlos sin combustibl­es.

Los AMLOVERS siguen creyendo en su mesías y a pesar del daño que está causando la medida, lo siguen defendiend­o. Felipe Calderón acabó con la corrupción en Luz y Fuerza del Centro, que surtía luz a la CDMX y poblacione­s circunveci­nas, sin dejar sin luz a nadie.

AMLO, el mesías que viene, ¡que Dios nos libre!

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