Empresas deberán propiciar ambiente laboral sano
La exigencia de las empresas hacia los trabajadores para que sean altamente productivos ocasiona un deterioro en la salud que inicia con malestares sicosociales pero terminan en enfermedades físicas, para evitarlo, la norma NOM-035 entrará en vigor en octubre del presente año, por lo que las empresas se verán obligadas a propiciar un ambiente laboral que no genere daños sicológicos.
Cargas de trabajo excesivas, falta de capacitación, mal ambiente interpersonal, violencia laboral, jornadas exigentes, falta de indicaciones claras, falta de instrucciones y hasta la exigencia de un trabajo que está fuera de las capacidades del empleado, son algunos de los aspectos que las empresas mexicanas deberán de eliminar a fin de cumplir con la norma antes del mes de octubre, periodo en el que iniciarán las verificaciones por parte de la Secretaría del Trabajo.
La licenciada Leticia Salinas, la terapeuta Elia Margarita Araiza y la doctora Claudia Lorena Arriaga, mujeres chihuahuenses certificadas por la Organización Internacional del Trabajo dentro de la metodología para integrar la promoción de la salud en el trabajo, explicaron para El Heraldo de Chihuahua el papel de la NOM-035 a beneficio tanto de los trabajadores como de la empresa.
“La norma viene a trabajar con esos riesgos sicosociales que tienen que ver con trastorno de sueño, estrés, ansiedad, y todos estos factores que se gestan o se provocan por la dinámica de trabajo, que hay que corregir al ser condiciones que derivan en enfermedades o trastornos sicológicos”, explicó Leticia Salinas.
“Exige que las empresas agreguen a sus políticas de seguridad el tema de la prevención de la salud, esa es una de las cosas importantes para que se pueda trabajar el tema en términos de prevención de factores sicosociales; otra de las cosas que viene muy específica dentro de la norma tiene que ver con la atención al estrés postraumático, que puede ser derivado de algún acontecimiento que se haya presentado fuera o dentro trabajo”, indicó Elia Araiza.
Asimismo, la norma establece una responsabilidad compartida de la empresa y el trabajador, pues el empleado no deja de ser responsable de las medidas para cuidar de su salud. Además de que tanto la empresa le ha abonado a que las instrucciones y las metas sean claras, además de una retroalimentación de resultados, generar un sentido de pertenencia y el ver reflejado el esfuerzo dedicado al trabajo.
“Obliga a hacer una serie de acciones para prevenir los riesgos, porque para muchas empresas la solución es poner un sicólogo, pero no están haciendo nada para evitar que el trabajador requiera la atención de un sicólogo. Tendremos que ver qué acciones tenemos que hacer para que no se presente el estrés, para que no se presente la violencia laboral, o que en un momento dado las acciones de atención como el seguir un protocolo”, enfatizó Leticia Salinas.
Para crear un protocolo claro, un plan de acción y estrategias a seguir, la empresa deberá realizar análisis, diagnósticos y recabar información sobre los tipos de accidentes, los tipos de incapacidades, los tipos de quejas, de inconformidades, la rotación de personal y hasta las enfermedades ocasionales para, de esta manera, identificar la falla dentro del ambiente laboral y poder iniciar el proceso de mejora.
“Todo lo que se puede convertir en un riesgo para que se pueda atender desde ahí para hacer acciones que lo vuelvan un factor de bienestar. Por lo regular los trabajadores se quejan de dolores de estómago, gastritis, colitis, migraña, pero no se va más allá, hay un trasfondo de un factor estresante que causa esos padecimientos. Hay que atender por qué y buscar los motivos para poder canalizarlos, esos desencadenantes son los factores que no se han visto a fondo”, explicó Claudia Lorena Arriaga.
Asimismo, la responsabilidad también recae en el trabajador, al ser el encargado de cuidar su salud y por consecuencia, de informar a los empleadores de sus malestares y sus cuidados: “El trabajador tiene que asumir que también tiene una responsabilidad de su salud y ver qué es lo que está pasando en sí mismo”, indicó Salinas.
La NOM-035 hace hincapié en la importancia de que las personas tengan tiempo de atender a sus familias, por lo que la empresa debe aportar al organizar actividades de recreación, días de campo, pero también involucrase en las preocupaciones y demás situaciones que se presentan en la vida familiar del trabajador para saber qué factores lo estresan y qué conflictos lo distraen. Esto para poder brindarle herramientas que les sirvan en su tiempo en casa, en el trato a sus hijos y a sus familiares.
“Todo esto está en el ámbito de lo subjetivo, lo sicosocial está en la percepción, entonces si un trabajador dice que vive violencia tienes que prestar atención y no se puede minimizar. Con todo esto, una de las metodologías que se recomienda para la atención de los riesgos sicosociales es la metodología SOLVE, la cual toca nueve temas, tanto físicos como sicológicos para determinar los pasos a seguir para mejorar”, indicó Salinas.
La buena salud sicosocial de los trabajadores va de la mano con la productividad de la empresa, explicaron, pues un empleado feliz tiene mayor productividad, más creatividad e innovación. “Pareciera que son dos cosas que van paralelas, pero en realidad son dos líneas que se juntan, se cruzan”, dijo.
“Es importante no perder de vista que el tema sicosocial tiene que ver con un tema de salud, y si no hay salud, no hay productividad. Si en ciertas áreas tenemos más empleados con dolores de cabeza, hay que entender que no son cosas separadas, son cosas entrelazadas y podemos enfocarnos en mejorar el ambiente del trabajo. Si el médico detecta algo, el área que corresponda debe de tener el compromiso por si se deben hacer cambios, reformas, esfuerzos”, indicó Claudia. ADRIANA SAUCEDO/ El Heraldo de Chihuahua