PRIMEROS AUXILIOS EMOCIONALES
“Hay que entender que somos un ente conectado mental, emocional y físicamente, esto es, lo que pasa en la mente pasa en el cuerpo y lo que pasa en el cuerpo pasa en la mente [...] Cuando no puedes abordar técnicas corporales porque a lo mejor no tienes ese hábito, tienes que hacerlas mentales. Cuando tu mente te rebasó tendrás que hacer técnicas que son meramente del cuerpo y muy automáticas pero que tienen una razón de ser porque desvinculan o desarticulan toda la reacción fisiológica”, destaca Rocío Aceves.
La primera recomendación para controlar estos pensamientos es dominar la respiración.
“Todas las prácticas de meditación, ya sea yoga, mindfulness o incluso cuando vas a parir, te enseñan a respirar, entonces, la respiración puede ser anestésica, analgésica y reguladora”, explica.
Ante esto, la asociación Movimiento Conciencia recomienda respirar en tres tiempos con el patrón 4-7-8, esto es, inhalar en cuatro tiempos, sostener la respiración en siete y soltar el aire en ocho tiempos. Al exhalar lo recomendable es realizar un sonido que permita escucharnos. ”Esta técnica ayuda mucho cuando ya te ganó el miedo y estás como muy ansioso, ya que lo que hace es volver a conectar con tu parte lógica para que no se te desborden las emociones irracionales”.
Engañar el cerebro con la sonrisa; consiste en sonreír diez veces al día por un minuto cada vez, la explicación es que, de acuerdo con esta asociación, hay una relación directa entre los músculos de la cara y el trabajo de la amígdala, de modo que nuestra cara siempre va a reflejar nuestro estado de ánimo.
“Se trata de engañar a nuestra amígdala diciendo que la cosa no es tan trágica aunque sea difícil, porque no es lo mismo trágico que difícil. Cuando tú sonríes el cerebro en la parte de la amígdala interpreta que algo está bien, lo que disminuye la producción de adrenalina y para la producción de cortisol para darle paso a la producción de endorfina”, detalla.
Cambiar de postura: la tensión muscular nos dice en qué estado de ánimo nos encontramos. Cuando hay estrés, ansiedad o miedo el cuerpo se vuelve más rígido, por lo que hay que ayudarlo a soltar esa emoción. Se sugiere caminar durante 20 minutos muy vigorosamente mientras sacudimos los brazos, esto, asegura, permite disminuir la cantidad de cortisol y que la persona empiece a sacar la tensión muscular que tiene de más; también se puede brincar la cuerda o bailar, la idea es mover el cuerpo.