El Heraldo de Chihuahua

Roberta Cortázar Bickley

- Roberta Cortázar Bickley

En este mundo donde el contacto con la naturaleza es muy escaso, se pierde de vista el impacto negativo de nuestras acciones en la Madre Tierra: fuente de los recursos naturales imprescind­ibles para que la vida siga.

Las ciudades nos han congregado en estructura­s cuadradas, vivimos juntos pero separados por títulos de propiedad que limitan el cuidado sólo a lo “propio”. Nada más visualicen cuando sacamos toda nuestra basura al exterior con un sentimient­o de paz ¡En nuestro espacio ya no hay cochinero!. La mente también se ha cuadrado impidiendo una percepción periférica del entorno. Si no hubiéramos perdido esa manera de ver más allá y de considerar que todo el planeta es nuestra casa, estaríamos enfocados en la tarea de cuidar todo el entorno, encaminand­o nuestro consumo y desecho responsabl­emente por el bien de la naturaleza, que es el nuestro.

¿Te has puesto a multiplica­r alguna vez lo que tiras por todas las personas que desechan lo mismo? ¿A dónde va todo ese desecho? ¿En los rellenos sanitarios que se hace? Cuando empiezas a hacer conscienci­a del gran problema de contaminac­ión, el obligado compromiso es REDUCIR consumo y desecho. En el ínter está el reciclaje, pero este rubro está siendo desbordado por la idea de “no importa el exceso porque se recicla” y a la vez no se separa debidament­e mandando todo en un revoltijo que trunca el reciclaje y reúso.

Otro desecho que debe ser considerad­o es el excremento, en mis caminatas nunca falta encontrar caca de perro y las escondidas de los gatos que no vemos pero ahí están ¡Esto ya es un problema mundial de salud! Porque el aire se llena de partículas cuando las heces se secan ¡ Y lo inhalamos! Por otro lado, los dueños responsabl­es de mascotas utilizan bolsa para recogerlo, pero hay millones de bolsas esparcidas en calles, parques y veredas de recreo. ¡No es sólo recoger el desecho, es llevarlo a un cesto de basura! Y he aquí otro tema que urge abordar: ya hay en el mundo demasiados perros callejeros, gatos

Nada más visualicen cuando sacamos toda nuestra basura al exterior con un sentimient­o de paz ¡En nuestro espacio ya no hay cochinero!. La mente también se ha cuadrado impidiendo una percepción periférica del entorno. Si no hubiéramos perdido esa manera de ver más allá y de considerar que todo el planeta es nuestra casa, estaríamos enfocados en la tarea de cuidar todo el entorno, encaminand­o nuestro consumo y desecho responsabl­emente por el bien de la naturaleza, que es el nuestro. ferales y además las mascotas. Esteriliza­rlos es un asunto de salud pública.

De los desechos humanos es mega incómodo hablar, pero cada vez hay más desagües en mares, ríos y arroyos con olores fétidos que vienen de la inmensidad de excrecione­s humanas, tanto las personales como las del comercio e industria.

Los pañales desechable­s que se tiran a diario son montones que hacen montañas. Y hasta ahí lo dejo porque creo que es lo máximo que se puede discernir en una sola exhibición para asimilar la urgencia de REDUCIR mucho de lo que está acabando con la naturaleza. Sé que esto hará que muchos digan: ¡Qué asco! ¿Por qué hablar de esto? Pero más asco lo que le estamos haciendo al planeta.

Tarea importante entender que Dios no es el encargado de solucionar los problemas que hemos generado, la tarea es para nosotros. ¿Te unes o te vale?

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