Restauranteros fundan su propio partido
La iniciativa de los trabajadores de la gastronomía checa busca reabrir la economía de ese país usado una artimaña legal para evitar el cierre impuesto por las autoridades BRECHA PARA LA GASTRONOMÍA
más que hace un año, al tiempo que surgieron 2.413 nuevas, un 11 por ciento menos que en enero de 2020, según la agencia de calificación CRIF.
El intento declarado de Olbert es abrir brecha para proteger al sector de hostelería y restauración que, según la Oficina Estadística, da empleo al 6,5 por ciento de la población del país.
Cada mes de confinamiento supone para el sector una caída total de ingresos de 673 millones de euros.
El partido agrupa hoy a 1.200 empresarios contrarios al cierre decretado tras la Navidad. De ellos, unos 400, creyendo tener la ley de su lado, han dejado abiertos sus locales cumpliendo las normas de higiene vigentes: limitar la capacidad de clientes para asegurar la distancia física, y usar desinfectante y cubrebocas.
En los dos últimos meses “no hemos registrado ningún caso de Covid”, se defiende Olbert.
LOS RESTAURANTES, CÉLULAS POLÍTICAS
Inicialmente, “Abrimos Chequia” se diseñó como una estratagema “kafkiana” para protegerse de las sanciones con una especie de grieta legal, admite el portavoz de la iniciativa, David Biksadský,
La idea fue registrar estos locales como centros o células de actividad política, convirtiéndolos en filiales del nuevo partido, que el Gobierno no puede disolver o prohibir.
No obstante, han empezado a recibir multas, aunque el portavoz señaló que van a “impugnarlas todas”, convencido de que el Estado deberá además resarcir a los empresarios de las consecuencias financieras del cierre.
La agrupación ha decidido concurrir a las legislativas de octubre con una llamada a devolver al país la “normalidad” económica y social.
El estado de emergencia, en vigor desde el 5 de octubre, ha supuesto grandes pérdidas económicas para los empresarios. Muchos se quejan además de las limitaciones de las libertades fundamentales que llegaron al país con la democracia, después de décadas de comunismo.
El partido agrupa hoy a 1.200 empresarios contrarios al cierre decretado tras la Navidad