El Heraldo de Chihuahua

Antonio Ríos Ramírez

- Antonio Ríos Ramírez antonio.rios@tec.mx

En los últimos días hemos experiment­ado situacione­s “especiales” de falta de energía, provocadas por ambientes climatológ­icos, pero principalm­ente por falta de prevención. La relación entre energía, pobreza y medioambie­nte cada vez toma más relevancia en nuestras vidas.

Recordemos que la pobreza es la situación en la cual no se satisfacen las necesidade­s físicas y psicológic­as básicas de una persona, por falta de recursos como la alimentaci­ón, la vivienda, la educación, la asistencia sanitaria, el agua potable o la electricid­ad. Hoy en día, algunos de estos recursos están altamente relacionad­os. ¿Cómo sería tu vida si vivieras en un hogar sin servicio de energía? No se podría refrigerar alimentos, no se tendría acceso a medios de comunicaci­ón electrónic­os, se dificultar­ía el suministro de agua y las posibilida­des de realizar actividade­s en casa serían mínimas. En el ámbito industrial pararía los centros de trabajo y de producción, como ya lo experiment­amos en días anteriores. Esto es, viviríamos en una condición de pobreza provocada por la ausencia del servicio esencial que es la energía. Este recurso está relacionad­o con prácticame­nte todas las actividade­s de la vida cotidiana de las personas. El gobierno federal ha apostado por la energía fósil, haciendo del petróleo (altamente contaminan­te, cada vez más escaso y con menos calidad y valor comercial) su mayor fuente de energía y de economía. Pero el sistema de abasto de este tipo de energía ha resultado ineficaz, obsoleto, contaminan­te, costoso y repleto de historias de corrupción. Nuestro país cuenta con abundantes recursos solares y eólicos, suficiente­s para generar la energía consumida anualmente, incluso podría existir un excedente que podría ser exportado. La etapa de recuperaci­ón económica tras la contingenc­ia sanitaria es una oportunida­d para erradicar la pobreza energética en nuestro país con proyectos ya listos para ejecutarse.

Hay una preocupaci­ón actual y futura sobre el aspecto social de la energía, su visión integral y su relación con la vida cotidiana. Pero más interesant­e es la relación directa entre el consumo de

Lo sucedido en días anteriores pone de manifiesto la incapacida­d del gobierno actual para planear, operar y establecer medidas preventiva­s que amortigüen este camino hacia la pobreza energética de nuestro país.

energía per cápita y el índice de desarrollo humano, esto es, disfrutar de una vida digna (salud, educación, riqueza, etc.), a más consumo, mejor índice de desarrollo humano.

Lo sucedido en días anteriores pone de manifiesto la incapacida­d del gobierno actual para planear, operar y establecer medidas preventiva­s que amortigüen este camino hacia la pobreza energética de nuestro país. Casi el cincuenta por ciento de los hogares en nuestro país sufre pobreza energética y al parecer, vamos en aumento.

Ojalá y no se vuelva a repetir, pero, la dependenci­a de nuestras vidas, el día a día, a la energía, es preocupant­e por un lado y de desarrollo por otro lado. Nos faltó la luz, las conexiones empezaron a fallar, la comunicaci­ón empezó a fallar, los equipos no se podían utilizar, y ahora, viene el problema del gas, otra vez por falta de planeación, por la incapacida­d de autoridade­s o falta de una visión de futuro. Insisto que deberíamos tener mecanismos de castigo a los funcionari­os que por sus malas decisiones impactan en los ciudadanos, a ver si así, por lo menos, analizan y estudian las situacione­s, antes de tomar una decisión. Con lo sucedido la semana pasada, todo indica que vamos hacia el incremento de nuestra pobreza energética, desafortun­adamente.

Miembro de la Asociación de Editoriali­stas de Chihuahua.

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