La protección jurídica a las mujeres por la 4T
Los cambios
en la vida democrática de nuestro país se logran defendiendo los Derechos Humanos, la libertad, la justicia y la dignidad de todas y todos.
Las mujeres hemos demostrado que tenemos capacidades para desarrollar actividades en la vida pública y hemos adquirido experiencia, se requería que se realizaran reformas de fondo para que fueran reconocidos los derechos políticos electorales de las mujeres.
En el año 2019 se reformaron los artículos 2, 4, 35, 41, 52, 53, 56, 94 y 115 y se adicionaron el artículo 41 y 94 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en materia de paridad de género.
Reforma que permite que en los municipios con población indígena tengan representación de mujeres igual en las secretarias de Estado a nivel federal y sus equivalentes en las entidades federativas, los organismos autónomos, el Poder Legislativo integrado con senadoras y senadores, diputadas y diputados, la Suprema Corte de Justicia de la Nación con magistradas, magistrados, los ayuntamientos gobernados por presidentas o presidentes y el número de regidurías y sindicaturas que determine la ley conforme al principio de paridad de género.
Las reformas electorales constitucionales han contribuido al reconocimiento y ejercicio de los derechos político-electorales de las mujeres en todo el país.
Todavía falta un 2% para lograr la paridad en la Cámara de Diputados y 1% en la Cámara de Senadores.
El Tribunal Electoral del Poder Judicial en el año 2011 emitió la sentencia 12624/ 2011, mediante la cual estipula la obligatoriedad de todos los partidos políticos de cumplir con las cuotas de género sin excepción, así como integrar formulas con suplencias del mismo sexo. El objetivo es garantizar lugares para mujeres en la mesa de decisiones. Lo que debe prevalecer es que existan condiciones de igualdad y no discriminación.
Los Derechos Humanos para que se puedan traducir en igualdad y justicia no sólo requieren ser plasmados en la ley, sino que se requiere la suma de voluntades para que sean una tangible realidad.
La violencia política existe, pero hoy hay medios de protección que nos brindan seguridad jurídica a todas las mujeres que ejercemos nuestros derechos políticos y desarrollamos roles en la vida pública. En el Senado de la República se aprobó un dictamen para tipificarla como delito y sancionar las acciones que lesionen los derechos políticos y electorales de las simpatizantes, militantes, precandidatas, candidatas y servidoras públicas.
Hoy la política no es sólo un asunto de políticos, sino también de ciudadanas y ciudadanos. Estoy preparada para representar a México y a los chihuahuenses.
Hemos avanzado en la democracia participativa y se da con la consulta ciudadana, la iniciativa popular, el referéndum, el plebiscito y la revocación del mandato.
La transformación democrática del país permite la participación ciudadana.
¡Me siento orgullosa de ser hija de estas hermosas tierras norteñas!