Sofía Quintanilla
Continúo viendo
manifestaciones, en redes sociales y medios de comunicación, en las que se afirma que se asesinan más hombres que mujeres con tal de subestimar la lucha contra la violencia de género. Matan a 11 mujeres diariamente en nuestro país, pero "no importa, porque a los hombres los matan más". Sin embargo, si pudieran sentir el miedo de lo que significa salir a respirar a las calles, tal vez entenderían que la violencia hacia las mujeres es diferente.
Para ahondar más en las diferencias entre los asesinatos de hombres y mujeres, veamos los métodos utilizados para matar. Entre el 20002017, 65 por ciento de los hombres, según Data Cívica, fueron asesinados con armas de fuego. En cambio, 45 por ciento de los homicidios a mujeres fueron cometidos con armas de fuego, 19 por ciento con armas blancas, y 16 por ciento por ahorcamiento o ahogamiento. Estos últimos, ocurrieron en mayor parte dentro de casa, a diferencia de los asesinatos cometidos por armas de fuego, los cuales suceden en su mayoría fuera del hogar. Con ello, inferimos que el hogar no es un lugar seguro para muchas mujeres (recordemos que la mayoría vive con su agresor).
Consideremos la violencia sexual, de acuerdo a estimaciones de México Evalúa, de julio a diciembre del 2019, más de 6 millones de mujeres fueron víctimas de delitos sexuales—tales como acoso, hostigamiento, abuso y violación—, y 99 por ciento de esos casos, no fueron denunciados. A esto, sumemos que todas las mujeres experimentan violencia laboral, emocional, física y discriminación en algún momento de su vida.
Para el colmo, tenemos a un presidente que con una valla de acero envolvió su casa, el Palacio Nacional, para dar respuesta a la violencia que las mujeres viven día con día: nosotros protegidxs, ustedes desprotegidas. Y justamente, así es como es. Entonces, cuándo tú, hombre, te preguntes por qué marchamos, recuerda lo anterior. Las mujeres enfrentamos tipos de violencia cotidiana que el hombre no enfrenta ni entiende, ni le es visible. Mujeres: no nos rindamos porque se va caer. Juntas, vivas, libres, fuertes.