El impacto de los cambios propuestos se conocerá en 2024
LA CARNE Y BILL GATES
Rotar el ganado para mantener el pasto alto, intentar que las vacas se preñen al mismo tiempo o mejorar su alimentación son algunas de las tácticas que 62 granjas uruguayas comenzaron a aplicar desde que participa de un proyecto para mitigar el impacto de la ganadería en el cambio climático.
En Uruguay, un país prácticamente sin industria y con casi cuatro vacunos por habitante (alrededor de 12 millones de animales), el sector agropecuario es responsable del 75 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y el ganadero explica el 62 por ciento del total.
En consecuencia, gran parte de las emisiones son de metano, derivado de la digestión de las vacas, el cual tiene “un peso importante en el cambio climático”, dice Cecilia Jones, coordinadora de la Unidad Agropecuaria de Sostenibilidad y Cambio Climático del Ministerio de Ganadería.
Por eso, para abordar el tema del calentamiento global el país debe obligatoriamente mirar hacia la ganadería.
En ese marco, Uruguay lleva adelante desde 2020 el proyecto Ganadería y Clima con el apoyo técnico de la Agencia de Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación (FAO) y financiación del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF).
Su objetivo es reducir las emisiones directas e indirectas de GEI, “secuestrar” carbono en suelo y revertir los procesos de degradación de la tierra, al tiempo de aumentar la productividad “a través de prácticas climáticamente inteligentes”, explica a AFP Soledad Bergós, coordinadora nacional del proyecto.
El impacto de los cambios propuestos se conocerá sobre 2024, cuando los resultados finales del proyecto comparen las emisiones y el acumulado de carbono en suelo con los medidos al comienzo de la iniciativa.
La ganadería como contaminante ambiental estuvo en el tapete en Uruguay semanas atrás a raíz de las declaraciones de Bill Gates, quien señaló que los países ricos deben consumir carne sintética para combatir el cambio climático.
Rosa cuenta que la idea no cayó mu bien entre productores. “Hay gente que dice '¡el ganado no contamina, contaminan mucho más otras cosas!', Y bueno, sí, pero tenemos que tratar de que no contamine nada”, reflexiona.
Su objetivo es reducir las emisiones de carbono, revertir los procesos de degradación de la tierra y aumentar la productividad