LOS PLANETAS, PLANETAS ENANOS Y EXOPLANETAS
En las noches, vemos a las estrellas avanzar en la bóveda celeste, sin embargo, las estrellas parecen mantener firme su posición respecto a otras estrellas, lo que motivó llamar al cielo estrellado, el firmamento.
Deben pasar milenios para notar pequeños cambios en la posición de las estrellas. Mientras las estrellas están quietas, cinco luceros se mueven sobre el fondo de estrellas, avanzan, se detienen, regresan y avanzan de nuevo. Los antiguos griegos les llamaron, errantes, con la palabra griega para ello, planeté (planetas).
EL SISTEMA SOLAR
Desde la antigüedad se conocían cinco planetas, los únicos observados a simple vista: Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno. En 1543, Nicolás Copérnico demostró que la Tierra no está en el centro del sistema, sino el Sol, y que a su alrededor giran los planetas, siendo la Tierra un planeta más.
Gracias a la llegada del telescopio en 1610, se descubrieron más planetas, Urano en 1781, Ceres en 1801 y Plutón en 1930. Con la Gravitación de Newton y la Mecánica Celeste, en 1846 se descubrió a Neptuno.
Ceres fue planeta por medio siglo y después, asteroide.
En siglo XX nuestro Sistema Solar estuvo compuesto por 9 planetas: Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón.
A partir de 2005 se descubrieron objetos más allá de Plutón, y por aquellos días uno de esos objetos parecía más grande que Plutón, y no era considerado planeta. Fue necesario darles una clasificación.
PLANETAS
En 2006, en la reunión anual de l’Union Astronomique Internationale, UAI, se adoptó una definición formal para planeta, ya que se utilizaba la tradicional de los antiguos observadores. La nueva definición dice un planeta es un objeto que: - Orbita al Sol.
- Tiene suficiente masa para que su gravedad supere las fuerzas del cuerpo rígido, de manera que asuma una forma en equilibrio hidrostático, es decir, una forma esferoidal.
-Ha limpiado la vecindad de su órbita de planetesimales, o lo que es lo mismo tiene dominancia orbital. En otras palabras, el camino que sigue alrededor del Sol está limpio, no hay rocas y polvo, todo ha pasado a formar parte del planeta.
El punto 2 deja claro que no es posible que se forme un objeto del tamaño y masa de la Tierra, con una forma plana. La masa tendría la suficiente gravedad para llevarlo a adoptar la forma de un esferoide.
PLANETAS ENANOS
En la nueva definición de planetas, Plutón no cumplía el punto 3, por lo que se creó una nueva categoría, la de los planetas enanos, y dice un planeta enano es un objeto que:
- Orbita al Sol.
- Tiene suficiente masa para que su gravedad supere las fuerza del cuerpo rígido, de manera que asuma una forma en equilibrio hidrostático, es decir, esferoidal.
- No ha limpiado su órbita de planetesimales.
- No gira alrededor de algún planeta. Ya que algunas lunas son más grandes que Plutón o incluso Mercurio, por ejemplo, Ganimedes de Júpiter o Titán de Saturno.
Plutón podría ser un planeta cuando la materia sobre su orbita alrededor del Sol, colisione contra Plutón y pase a formar parte de él. Algo que ocurrió con todos los demás planetas en su formación. Esto podría suceder en millones de años.
En aquella reunión también se definió a los Pequeños Objetos del Sistema Solar, los cometas y asteroides.
Siendo así, nuestro Sistema Solar está compuesto de 8 planetas, 5 planetas enanos y un sinnúmero de pequeños objetos del sistema solar. Los planetas y sus lunas son: Mercurio con 0 lunas, Venus, 0; Tierra, 1; Marte, 2; Júpiter, 79; Saturno, 82; Urano, 27; y Neptuno, 14.
Los planetas enanos y sus lunas son: Ceres, 0; Plutón, 5; Eris, 1; Makemake, 1; y Haumea, 2. Existen por ahora, once objetos candidatos a planetas enanos.
El planeta enano Ceres se encuentra en el Cinturón de Asteroides, entre Marte y Júpiter, todos los demás están más allá de Neptuno, a ellos se les llama plutoides.
A los planetas enanos plutoides y a los objetos pequeños del Sistema Solar, ubicados más allá de Neptuno, se les llama Transneptunianos.
EXOPLANETAS
Son todos aquellos planetas que giran alrededor de una estrella diferente al Sol. Hace apenas 26 años (1995) se descubrió el primer exoplaneta, aunque en la ciencia ficción eran muy comunes.
Para nombrarlos se utiliza la palabra griega: exo, que significa “afuera”. La habrá escuchado en: exoesqueleto, exótico, exonerar, exósfera o en términos nada científicos como exorcismo.
Hasta el 1 de marzo de 2021, se conocían 4 mil 687 exoplanetas, en 3 mil 463 sistemas planetarios.
L’Union Astronomique Internationale los define así un exoplaneta:
- Gira alrededor de una estrella o remanente de ella (enana blanca, estrella de neutrones), y
- Tiene suficiente masa para que su gravedad supere las fuerzas de cuerpo rígido y adopte una forma en equilibrio hidrostático, es decir, esferoidal. Pero la masa no debe ser mayor a 13 veces la masa del planeta Júpiter, o lo que es lo mismo, no debe superar la masa necesaria para la fusión termonuclear del deuterio (un isótopo de hidrógeno). Si lo supera, será una enana marrón (una cuasiestrella). La cual puede tener una masa de hasta 80 veces la masa de Júpiter. Arriba de este límite, será una estrella.
Además, no importa si el exoplaneta nació en el sistema planetario o fue capturado por la gravedad de la estrella. Existen planetas que fueron expulsados de sus sistemas por eventos violentos y vagan sin rumbo. Son llamados planetas interestelares, fríos o errantes,
Existen planetas que fueron expulsados de sus sistemas planetarios, por eventos violentos. Estos planetas vagan sin rumbo. Son llamados planetas interestelares
acuerdo con el Centro Católico Multimedia, México ocupa el primer lugar en el robo de arte sacro. Cada semana 26 iglesias católicas en el país son robadas y al menos un 42 por ciento de los hurtos están vinculados con el crimen organizado debido al comercio ilegal de las piezas que, según datos de la Interpol, genera ganancias por más de seis mil millones de dólares en el país.
El panorama se mira complejo ante los vacíos legales en la protección del arte sacro y por la falta de un catálogo que certifique las miles de obras contenidas en las 19 mil iglesias ubicadas en el país. Dos pendientes que dejan a la intemperie decenas de pinturas, esculturas, coronas, sagrarios, crucifijos, candelabros, campanas, cálices, entre muchas otras obras robadas más.
El padre José de Jesús Aguilar, director de Arte Sacro de la Arquidiócesis Primada de México, explica en entrevista con la
Organización Editorial Mexicana que hay avances en el registro de las piezas resguardadas en las iglesias, pues éstas están obligadas a realizar un inventario con datos básicos de todo lo contenido en sus templos; lo que representa un primer paso hacia la catalogación que debe realizarse por especialistas tanto del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) como de instituciones académicas como la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)
“Lo que tendríamos nosotros que tomar en cuenta sería que hay distintos caminos para llegar a este catálogo, el primero es que antes de un catálogo tiene que haber lo que se conoce como un inventario que es lo más importante; un inventario significa hacer una cuenta con fotografías, con medidas de la obra y una descripción sencilla, eso ya se tiene en la mayoría de las iglesias. Una catalogación implica un trabajo académico, implica saber quién es el pintor, dónde se hizo la obra, cuánto costó, cuál es la característica, a qué tipo de arte pertenece, cuándo se hizo una restauración, y eso es un trabajo académico no sólo para protegerlo del robo sino para el cuidado de la obra en general”, precisa el clérigo.
ROBOS Y DENUNCIAS
Es una misión casi imposible saber qué hay exactamente en las 19 mil iglesias que existen en México, refiere Javier Martínez Burgos, arquitecto de la UNAM y perito de monumentos históricos del INAH. “Hay iglesias en sitios de comunidades a las que ni siquiera han acudido los especialistas, y realmente no se sabe ahora cuántas obras existen, es difícil, y la laguna en la protección viene desde la creación de leyes que protegen los monumentos históricos grandes y van dejando a los objetos de menor tamaño”, añade también en entrevista.
La urgencia de generar un catálogo de manera conjunta entre al INAH, la Iglesia y un equipo académico es porque una ficha de catalogación serviría como una especie de acta de nacimiento. Con ese registro cualquier venta ilegal en el país o el extranjero podría detenerse y fácilmente identificar la pieza, apunta el especialista en patrimonio cultural. “Es como un acta de nacimiento nuestra que da veracidad a la originalidad de la pieza y su valor dentro de un grupo de piezas”, añade.
En los últimos diez años, señala Martínez Burgos, se han registrado al menos 200 denuncias en México por robo en iglesias, pero en realidad es un número menor a los hurtos reales. El especialista afirma que esta práctica ilegal inició en la década de los 90 del siglo pasado para financiar al narcotráfico, y hasta el presente las denuncias por venta ilegal del arte sacro son mínimas, lo que complica una ruta legal.
“Es un universo de ventanas abiertas, porque nunca se enfatizó en lo que podría ser un delito de este tipo, no existe en la ley la tipificación del robo de arte sacro como un delito grave y por ello no hay avance en las denuncias”, añade al reconocer también que hace falta un equipo de profesionales para realizar el magno proyecto de catalogación a nivel nacional.
Según estadísticas de la Conferencia del Episcopado Mexicano y de la Arquidiócesis de la Ciudad de México, publicadas en 2018, el robo de arte sacro aumentó 600 por ciento en la primera década del siglo XXI. Entre el 2001 y el 2010 fueron robadas más de 400 obras de arte sacro de la época virreinal, las cuales pueden alcanzar precios de entre 35 mil y 150 mil pesos.
Puebla es el estado con más registros de hurto, le siguen las iglesias en Tlaxcala, Estado de México, Ciudad de México, San Luis Potosí, Hidalgo, Guanajuato, Zacatecas, Morelos y Jalisco. Además, entre los artículos más robados destacan pinturas, esculturas, coronas, sagrarios, crucifijos, candelabros, incensarios, campanas o cálices, señala la institución, aunque la imae
El arte sacro es parte del proceso de desarrollo de la historia del arte, cuando se roba o se rompe una imagen, en realidad se rompe el vínculo de la sociedad y esa imagen”
gen más valorada es la de la Virgen de Guadalupe.
Un reporte publicado por El Sol de México el 15 de noviembre pasado señala que desde 2015 a la fecha, se abrieron 110 carpetas de investigación por robo de arte sacro, de las cuales sólo se han presentado ante un juez 13 acusaciones y otras 60 fueron desechadas al no ser ratificadas. De acuerdo con registros de la Fiscalía General de la República (FGR), en los últimos cinco años sólo han sido consignados ante el Poder Judicial de la Federación tres personas por robo y daño del patrimonio nacional, en específico por hurtar piezas de arte sacro.
OTROS PELIGROS
Para el clérigo José de Jesús Aguilar, el robo no es el único peligro para el arte sacro, los que atacan realmente son el paso del tiempo, la falta de restauración, la falta de atención a monumentos dañados, por ejemplo en los sismos, como las iglesias afectadas en el terremoto de 2017.
“Son leyes muy generales que tienen una pena muy pequeña y que lamentablemente no ayudan al cuidado de la obra. Cuando estuve en la Catedral de México como sacristán mayor entró una mujer con un hacha y destrozó una imagen patrimonio, se detuvo a la mujer, se denunció y al poco tiempo se liberó porque no había una ley que sustentara el delito”, narró el sacerdote.
A ello suma, en opinión del arquitecto, que no se tiene a ciencia cierta una evaluación nacional de lo que hay en las iglesias, ni sus condiciones de conservación. Pues se tiene al menos 400 años de producción de arte sacro en los templos. “El arte sacro es parte del proceso de desarrollo de la historia del arte, cuando se roba o se rompe una imagen, en realidad se rompe el vínculo de la sociedad y esa imagen”, concluye el académico.