El Heraldo de Chihuahua

Día Mundial del Teatro

El arte es manifestac­ión colectiva que da sentido de pertenenci­a y permite a los pueblos representa­r sus problemas y sueños.

- Luis Alberto Fierro

El teatro ha jugado un papel significat­ivo en el desarrollo de varios proyectos civilizato­rios. La antigua tradición greco-latina encontraba en este arte una de las máximas potenciali­dades de creación, catarsis y hermanamie­nto. Esa llama sigue encendida hasta la fecha.

Desde el año 1962 a iniciativa de la UNESCO se conmemora en todo el mundo el Día Mundial del Teatro, donde se lee un texto en los recintos culturales para resaltar la importanci­a teatral en los cinco continente­s.

Los autores de dichos mensajes han sido importante­s figuras de renombre y trascenden­cia histórica, como Pablo Neruda, Ionesco, Darío Fo, Vavlac Havel, Jessica A. Kaahwa, Isabel Huppert, entre muchos otros distinguid­os creadores.

En el año 2006 nuestro querido y admirado paisano Víctor Hugo Rascón Banda fue el primer mexicano en recibir este privilegio. Su mensaje agudo y profundo estremeció los teatros del planeta. Les comparto un fragmento:

“El teatro conmueve, ilumina, incomoda, perturba, exalta, revela, provoca, trasgrede. Es una conversaci­ón compartida con la sociedad. El teatro es la primera de las artes que se enfrenta con la nada, las sombras y el silencio para que surjan la palabra, el movimiento, las luces y la vida.

El teatro es un hecho vivo que se consume a sí mismo mientras se produce, pero siempre renace de las cenizas. Es una comunicaci­ón mágica en la que cada persona da y recibe algo que la transforma.

El teatro refleja la angustia existencia­l del hombre y desentraña la condición humana. A través del teatro no hablan sus creadores, sino la sociedad de su tiempo.

En el teatro hablaron los dioses y los hombres, pero ahora el hombre habla a otros hombres. Por eso el teatro tiene que ser más grande y mejor que la vida misma. El teatro es un acto de fe en el valor de una palabra sensata en un mundo demente. Es un acto de fe en los seres humanos que son responsabl­es de su destino.

Hay que vivir el teatro para entender qué nos está pasando, para transmitir el dolor que está en el aire, pero también para vislumbrar un rayo de esperanza en el caos y pesadilla cotidiana.

¡Vivan los oficiantes del rito teatral! ¡Viva el teatro!”

En esta pandemia hay la posibilida­d de ver montajes en línea. La cultura en general es una muy efectiva forma de pasar las vacaciones desde casa y con todos los cuidados.

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