El Heraldo de Chihuahua

Raúl Sánchez Küchle

Dos son, cuando menos, los elementos que podemos extraer de hechos que acontecen en el ámbito político de nuestro entorno.

- Raúl Sánchez Küchle

1) Cuando alguna persona es señalada de un acto impropio a los ojos de los demás o se le imputa una acción delictiva, si es –y se sabeinocen­te, lo primero que manifiesta es eso: Soy inocente, y lo reitera cada vez que el señalamien­to o la acusación salen a relucir.

En películas, en programas televisivo­s, en novelas o en la vida real la manifestac­ión de inocencia da oportunida­d a que los indicios o los cargos se deshagan o caigan por su propio peso, y, si es el caso, se encuentre al verdadero culpable.

En algunas ocasiones, y es natural que así suceda, se piden pruebas de sus dichos a quienes señalan o acusan a tal o cual persona o personas, con el fin de limpiar su imagen y mostrar la mala fe o la falta de sustento de quienes las apuntan o culpan.

Hay también ocasiones en que quienes son designados de efectuar una acción reprobable no manifiesta­n una inocencia plena, y se exponen víctimas de acusacione­s o señalamien­tos de distintos caracteres, sean por envidia, por malquerenc­ias, por agravios pasados, por persecucio­nes diversas u otras causas. En tal caso la inocencia, en cuanto tal, puede dar pie a la duda, aunque la razón de los actos efectuados sea válida y no contenga la reprobació­n indicada.

2) Existen también casos en que acciones impropias que pueden ser de tipo administra­tivo o hasta penal, ejercidas por distintas personas individual­mente o en grupo, que trasciende­n el ámbito estrictame­nte privado y se manifiesta­n por diversos motivos –válidos o no- ante la opinión pública, requieren ser dilucidado­s para que no queden en el aire y caigan en la impunidad si hay culpables, o se declare la inocencia de aquellos que son nombrados como involucrad­os en tales actos.

El asunto aquí es la aplicación del famoso dicho: O todos coludos o todos rabones, sin centrar la atención, por las razones

En algunas ocasiones, y es natural que así suceda, se piden pruebas de sus dichos a quienes señalan o acusan a tal o cual persona o personas, con el fin de limpiar su imagen y mostrar la mala fe o la falta de sustento de quienes las apuntan o culpan. Hay también ocasiones en que quienes son designados de efectuar una acción reprobable no manifiesta­n una inocencia plena, y se exponen víctimas de acusacione­s o señalamien­tos de distintos caracteres, sean por envidia, por malquerenc­ias, por agravios pasados, por persecucio­nes diversas u otras causas. En tal caso la inocencia, en cuanto tal, puede dar pie a la duda, aunque la razón de los actos efectuados sea válida y no contenga la reprobació­n indicada.

que sean, en determinad­a o determinad­as personas.

Cuando se da la existencia de alguien que se sabe o hay indicios de su participac­ión en algún suceso reprobable o delictivo, y se utiliza su “informació­n” con ánimo de aludir a otras personas, a cambio de que esa participac­ión quede en la sombra o se le disminuya la pena a que se hace acreedor, la cosa va por mal camino y la justicia se ve mermada.

La verdad y la justicia deben ser los motivos que muevan, por encima de todo, a quienes, por su cargo, tienen obligación de rendir cuentas a la ciudadanía. ¿Lo ven?

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico