Crisis obliga nueva estrategia forense
CDMX. Ante la crisis forense que enfrenta México, se debe apostar por un nuevo modelo de análisis que permita la identificación masiva de cuerpos, con la información de las fiscalías de los estados, aseguró Karla Quintana Osuna, titular de la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB).
Durante la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador, la funcionaria reconoció que 90 por ciento de los cuerpos sin identificación se encuentran en los servicios forenses de las fiscalías estatales.
“Estamos incidiendo en dos vías para combatir la crisis forense. Por un lado, el mecanismo de identificación forense y por otro, tenemos proyectos específicos dirigidos para fortalecer las capacidades forenses de los estados”, expresó.
Explicó que el mecanismo extraordinario de identificación forense fue creado en diciembre de 2019 y el 5 de abril pasado cerró la convocatoria para conformar el grupo coordinador. Este será integrado por siete personas: cuatro forenses, una experta en leyes, otra en psicología y otra en cooperación internacional.
Quintana destacó el trabajo del Centro de Identificación Humana, el más importante del Estado mexicano, con todas las autoridades estatales y federales, donde se trabaja en la identificación de 148 cuerpos del panteón municipal de Torreón.
“Este es un ejemplo de cómo se puede y se debe trabajar coordinadamente con las autoridades federales, estatales y, por supuesto, con los familiares de personas desaparecidas y organizaciones internacionales. Aquí ha habido un acompañamiento importante del Comité Internacional de la Cruz Roja, de Naciones Unidas, de organizaciones de la sociedad civil y cooperación internacional”.
La crisis forense en el país ha tenido episodios como el de septiembre de 2018, cuando un tráiler con 273 cadáveres fue encontrado en la zona metropolitana de Guadalajara. Entre el 14 y el 17 de septiembre el vehículo deambuló de una bodega en Tlaquepaque a un predio a cielo abierto en Tlajomulco, luego a una bodega de la Fiscalía de Jalisco y, finalmente, llegó a los patios del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses.