IMPORTANCIA DE LA ÉTICA Y FILOSOFÍA EN LA SOCIEDAD
El estudio de la ética puede ser aplicable a la sociedad actual y, con este punto, defender la postura y la razón de la existencia de materias cívico-reflexivas dentro de los sistemas educativos. Así mismo es imprescindible investigar las motivaciones que, generalmente, tienen que ver con relaciones de poderío entre hombres, por las cuales la sociedad actual ha prescindido o se ha visto afectada de manera negativa en su razonamiento ético-reflexivo, como se ha entendido, Kant plantea que el hombre no es un ente puramente racional, sino que también es sensible, observa que las acciones del hombre, en parte, están determinadas por la razón, pero existen también “inclinaciones” como el amor, odio, simpatía, orgullo, avaricia, placer que ejercen una fuerte influencia sobre el individuo.
En primera instancia es importante identificar lo que es ética y moral, para lo que será necesario indagar y analizar términos como “ley moral” y conceptos como “bien supremo”, “la buena voluntad”, buscar una buena argumentación que avale la existencia de una “Ética razonada”, ya con esto será necesario encontrar otros autores que vayan encaminados hacia trabajos de axiología, de moral o la ética kantiana o con respecto a la conciencia participativa de las personas hacia la sociedad.
Es realmente sorprendente cómo ideologías respecto a acciones prácticas se han visto fuertemente disertadas, cómo hechos tan crueles se convierten en escenas tan cotidianas y normales hoy en día. Es más que clara esta postura, un ejemplo de ello es que hace años era indignante y doloroso que se presentaran hechos trágicos, muertos en accidentes, asaltos, homicidios, etc., sin embargo, actualmente ya no sorprende nada el despertar cada día y darse cuenta de que inconscientemente ya tenemos mentalizada una pregunta: ¿Y ahora a cuántos mataron?, comentarios como “lo ejecutaron de seguro porque estaba involucrado con el narco” o “si lo mataron fue por algo”, ironías relacionadas con policías extorsionadores, o secuestradores, “qué novedad”, con esto se cae en cuenta de lo que ocurre, o en qué hemos caído y peor aún “de golpe”.
Nos preguntamos a nosotros mismos: ¿Dónde quedó nuestro lado humano en todo esto?, la sociedad se ha vuelto tan conformista y monótona, que ha llegado al grado de perder esa capacidad de asombro tan propia de la especie humana. Esto es digno de reflexión, las personas ya no se preocupan por lo que pasa a nuestro alrededor, no se siente interés alguno de analizar las acciones que la sociedad misma ha sido capaz de hacer, ya no se es crítico ni se reflexiona, entonces, si la sociedad a la que se pertenece es así actualmente, ¿qué se habrá de esperar de la generación que viene, y de la que le siga?, ¿en qué punto se dejará de lado la conciencia moral tan propia de la raza humana y se le sustituirá por meras percepciones de interés práctico?
El conocimiento de la filosofía ciertamente es necesario para generar la reflexión de las personas hacia ellas mismas, el estudio de las humanidades es igualmente importante para la vida que se desempeña dentro de esta realidad, es decir, se plantea el cómo se debe ser como personas, qué significa “ser una persona”, personas vistas como seres ético-reflexivos.
Lo que ocurre en realidad en nuestra sociedad es que, por diversos intereses prácticos y claramente de poder, se ha llegado a sustituir los valores tradicionales por valores falsos, los cuales hacen creer a todos que son los que realmente importan, que son valiosos en un mundo tan perverso que tristemente los mismos individuos han ido creando día con día y donde cada vez se está perdiendo más y más.
Debemos darnos cuenta en verdad del entorno en el que se está viviendo, hay que estar conscientes y comprometidos verdaderamente en la participación dirigida hacia algo del entorno colectivo al que pertenecemos. Pero gracias a aquellas relaciones de poderío, corrupción, de ambición, el hombre se pierde a sí mismo y ciertamente no sabe hacia dónde ir.
Bien lo plantea Martin Heidegger en su obra “Ser y tiempo”, que habla del cosificar en ese “estar-en-el-mundo” porque al pasar ese arrojamiento al mundo y decidir vivir una realidad práctica se pierde paulatinamente su esencia de ser, y no sólo eso, sino que también ese planteamiento propio de ¿Por qué estar aquí?, se deja de lado inconscientemente esa idea crítica hacia el mundo y se da paso a una adaptación práctica sin ningún tipo de profundización con respecto al mismo.
Es una labor determinante para nosotros como sociedad buscar, motivar y generar la aparición de individuos moralmente conscientes de lo que está ocurriendo, seres pensantes y críticos, teniendo de por medio esa sensibilidad social que permite la relación activa con la realidad humana colectiva. Los filósofos son vistos más que nada como administradores de la humanidad, pues sólo así es como se defiende ese carácter tan propio, el de seres humanos consientes del aquí, del ahora y para el futuro.
Con esta profundización se pretende reiterativamente actualizar en concreto a las ideas, tomar postulados y adecuarles para que de esta forma sea posible la aplicación, o por lo menos incentivar una reflexión del porqué es que se desea insistentemente la salida definitiva de materias cívicas, lógica y de filosofía de los sistemas educativos del nivel medio superior y promover que su estudio no necesariamente sea visto hasta este nivel, sino que desde antes sea planteado.
Se debe realizar un estudio detallado para ver realmente cuáles son los intereses prácticos de los sistemas educativos, ¿a quién quieren seguir? y llegar al ¿por qué? de esta limitación de desarrollo personal, ¿por qué ese afán de erradicar poco a poco esa capacidad de concientizar de las personas sobre las acciones humanas? Y sobre todo, ¿qué intereses políticos están de por medio?