Curanderos y cómicos
En alguna ocasión
Borges declaró que “la política es una de las formas de tedio”, pero eso no significó que no le interesara la política. Al contrario, tal vez su juicio mostró que era su manera de tomar posición ante esta realidad.
Borges, como se sabe, es quizás el más notable literato que ha dado la lengua española después de los clásicos, de un Cervantes o un Quevedo, y se caracterizó por su indomable ateísmo y su alejamiento de toda experiencia partidista, pero eso no le impidió referirse a quienes hicieron de la actividad política su esencia de vida.
Así, en uno de sus muchos textos, predecía que tanto políticos como gobiernos con el tiempo ya nadie les hacía caso, por lo que fueron cayendo gradualmente en el olvido. “Llamaban a elecciones, declaraban guerras, imponían tarifas, confiscaban fortunas, ordenaban arrestos y pretendían imponer la censura y nadie en el planeta los acataba”. Los medios de comunicación dejaron de interesarse en ellos, no se dieron más colaboraciones y sus efigies desaparecieron.
¿Qué sucedió? Los políticos tuvieron que buscar oficios honestos. No tardaron mucho en encontrar trabajo: se convirtieron en cómicos o buenos curanderos, señalaba el genio argentino.
La predicción de Borges pareciera que desde hace tiempo se está cumpliendo y particularmente en estos días de tránsito en intercampañas y campañas electorales cuando los candidatos a los muchos puestos populares dan idea de que quisieran aprovechar el todavía interés de la prensa, la radio y la televisión.
¿Por qué? Bueno, la respuesta es que vemos a aspirantes iniciando sus actividades de proselitismo envueltos en un ataúd, “reviviendo” súbitamente para lanzar a los cuatro vientos promesas que suenan increíbles. Observamos también a candidatos lanzando golpes para tundir a piñatas que representan ratas; escuchamos voces que prometen “curar” todos los males presentes: deudas, enfermedades, desempleo, crímenes, rezagos educativos, populismos, machismo y enmascarados que ofrecen mostrar su rostro en caso de triunfo, además de un larguísimo etcétera. ¿Se dudaría de que los cómicos y curanderos ya están aquí y ahora?
Faltan todavía más de 50 días para que termine la contienda electoral y seguramente veremos más expresiones de comicidad y remedios milagrosos ¿Esto será una forma de convencer una vez más a los electores? Es de dudarse, son muchos los problemas que la gente vive, especialmente los más vulnerables, por lo que la ya añeja estrategia de manipular las emociones humanas tal vez no resulte suficiente para aspirar al triunfo.
¡¡Y ahora con ustedes los campeones del humor, representantes del partido...!!
¡¡Mande usted o venga a la camioneta por su remedio milagroso!!
Cosas veremos y oiremos.