Guillermo Luján Peña
“Por un México sin mentiras”, era el slogan del Jefe Diego Fernández de Ceballos en su campaña a la presidencia del país, y cuánta razón tenía sobre todo en este sexenio, donde a diario nos están mintiendo en las mañaneras.
La semana pasada la articulista y directora de la revista Siempre, Beatriz Pagues, mencionaba un video que circuló por todos lados, yo no lo vi, pero lo creo porque es una periodista de las más serias en México, donde se ve que a un adulto mayor le están fingiendo poner la vacuna contra el Covid-19, lo que provocó el enojo de ya sabes quién y de inmediato sacó el caso de la francesa Florence Cassez, quien fue encarcelada en México hace 15 años, al comprobársele participar en secuestros de niños, y fue condenada a 90 años de cárcel, revivió el tema para tender una cortina de humo sobre el tema del engaño en las vacunas.
Dijo que había sido un montaje lo de la francesa secuestradora que fue liberada en el sexenio de Peña Nieto y ¿saben quién estaba en la Suprema Corte? Olga Sánchez Cordero, actual secretaria de Gobernación, y la secuestradora fue mandada a Francia, donde poco faltó para que la recibieran con honores, una verdadera burla a nuestros gobernantes, y el tiro le salió por la culata a ya sabes quién, porque queriendo tender una cortina de humo salió a relucir que su flamante secretaria de Gobernación es parte de la mafia del poder.
También dijo que él, ya sabes quién, nos miente todos los días, que no hacía montajes como los que hacía Televisa en aquel entonces, y de nuevo se mordió la lengua, ya que la persona que montaba los espectáculos de Televisa era Azucena Pimentel, quien ahora es la responsable de montar las mañaneras, así que cada vez se enreda más, queriendo atajar la pelota que le sacaron a la luz pública.
En cuanto al tema de las vacunas,
Hasta el día 4 de abril se llevaban vacunados poquito más de 8 millones de mexicanos
cuando en la mayor parte del mundo ya se está aplicando masivamente, sin parar hasta terminar, donde la están aplicando en farmacias, supermercados y lugares muy reconocidos, donde sólo hay que hacer la cita y no hay colas ni piden credencial del IFE, es una aplicación universal, sin importar si eres ciudadano, residente, turista o indocumentado, pero aquí en México venimos con meses de retraso. Se empezó aplicando en los pequeños poblados, donde a la gente le daba miedo la vacuna, lo que provocó que sobraran vacunas y la gente de las ciudades más grandes se desplazara a esos pequeños lugares a vacunarse. Luego llegaron a ciudades más grandes, como Chihuahua, y el primer día vacunaron a 18 mil gentes, el segundo día a menos y al tercer día ya se habían agotado las vacunas, hasta nuevo aviso, ¿cuándo? Sólo Dios sabe, porque ni ellos.
Además, fue altamente discriminatorio, aceptado desde el púlpito de las mañaneras, ya que ni tan siquiera fue aplicada a todos los adultos mayores ni a todo el Sector Salud, ya que a los médicos y enfermeras de hospitales privados no les dieron porque “ellos atienden a los riquillos”, dijo desde la mañanera.
Hasta el día 4 de abril se llevaban vacunados poquito más de 8 millones de mexicanos, es decir el 6% de los 126 millones que somos. A ese paso nos va a llevar algunos años aplicar la vacuna a toda la población.
Mentiras, mentiras y más mentiras.