Heidi Segovia Luján
Este año 2021 se llevará a cabo uno de los procesos electorales más importantes de la historia de nuestro país. El reto es regresar la confianza ciudadana a las instituciones democráticas.
El derecho político de votar ha perdido importancia para muchas y muchos ciudadanos por el desprestigio de las instituciones democráticas. La difusión de los valores y principios democráticos es una responsabilidad primeramente de los órganos en los que recae la organización de los procesos electorales, de los partidos políticos y las organizaciones de la sociedad civil.
Los derechos políticos también son Derechos Humanos y para su ejercicio debe existir un Estado democrático.
La democracia en nuestros días es representativa y participativa, las decisiones públicas ya no son sólo de políticos, las y los ciudadanos ahora podemos opinar y participar en los asuntos públicos.
Los partidos políticos deben ofertarnos a las y los ciudadanos propuestas que atiendan a los problemas públicos que nos afectan. La ciudadanía estamos cada día más informados y elegimos la oferta política que más responde a nuestras necesidades.
La oferta política no sólo debe ser enunciativa, debe estar acompañada de las acciones que se realizarán para que sean una tangible realidad. Una clara oferta política planteada en estos términos denota transparencia y un verdadero compromiso de cumplimiento.
La organización de las elecciones es una función estatal que se realizará a través del Instituto Nacional Electoral y de los organismos electorales locales, los cuales buscan que la competencia entre los partidos políticos sea equitativa, apegada en todo tiempo al principio de legalidad.
Los derechos políticos también son Derechos Humanos y para su ejercicio debe existir un Estado democrático.
El Instituto Nacional Electoral en nuestro país es una de las instituciones democráticas normadas constitucionalmente para generar las condiciones necesarias para el ejercicio de los derechos políticos electorales. Su condición de órgano constitucional autónomo lo obliga a permanecer imparcial y no utilizar sus facultades legales que se le confieren para beneficio de algún partido o partidos, candidatas o candidatos en particular.
Los procesos electorales deben ser incluyentes no discriminatorios, donde las y los votantes con alguna discapacidad puedan ejercer sus derechos políticos activos y pasivos con acceso pleno.
Un gran reto durante la jornada electoral es la preservación de la salud de las y los mexicanos que acudiremos a votar, ya que no hemos superado la pandemia causada por el virus Covid- 19, para ello el Instituto Nacional Electoral ha implementado acuerdos donde se señalan las medidas que se tomarán durante la recepción de los votos.
Nuestra responsabilidad es participar este 6 de junio y ejercer nuestros derechos políticos pasivos de forma libre y secreta.
¡Me siento orgullosa de ser hija de estas hermosas tierras norteñas!