Las bondades del durazno
Casas Grandes es productora del fruto a nivel nacional e internacional, cada año realiza una fiesta en la que incluyen recetas elaboradas con el fruto
Algunas regiones con potencial para el cultivo de durazno se encuentran en los estados de Chihuahua, Coahuila, Puebla, Tlaxcala, Michoacán, Oaxaca, Morelos, Jalisco, Chiapas, Aguascalientes y Sonora.
El cultivo de durazno en México se desarrolla en una amplia gama de climas, desde zonas cálidas, al nivel del mar en Sonora, hasta zonas altas y muy frías en Chihuahua, así como en climas secos en Zacatecas, con menos de 400 milímetros de lluvia anual, y hasta Puebla y Veracruz con más de dos mil milímetros.
Su árbol puede llegar a medir entre 6-8 metros de altura, su fruto, el melocotón o durazno, contiene una única semilla encerrada en una cáscara dura, el “hueso”. Esta fruta, normalmente de piel aterciopelada, posee una carne amarilla o blanquecina de sabor dulce y aroma delicado. A la variedad que no tiene la piel aterciopelada se la llama nectarina, pelón o pavía.
Un durazno mediano, de aproximadamente 150 gramos, aporta 58 calorías, 14 gramos de carbohidratos, 1 gramo de proteínas, menos de 1 gramo de grasas y 2 gramos de fibra.
Mousse de durazno
Ingredientes
6 piezas de durazno en almíbar
1 taza del jugo de almíbar de durazno o media taza de leche condensada.
2 tazas de crema de leche fría
2 sobres de gelatina sin sabor
Elaboración
1.- Hidratar la gelatina sin sabor
2.- Licuar los duraznos con la taza del almíbar ( o leche condensada) y la mitad de la gelatina hidratada, reservar.
3.- Batir la crema de leche sólo hasta formar picos, agregar el resto de la gelatina sin sabor, mezclar en forma envolvente, añadir el durazno licuado.
4.- Servir en copas y decorar al gusto. 5.- Refrigerar mínimo 4 horas