El autor de la ley fue categórico: Italia debe decidir entre avanzar o ser un país liberticida, como Polonia y Hungría
DE LOS
tá “mucho más atrasada, no sólo en lo que respecta a la comunidad LGTB+, sino también a los derechos de las mujeres”, en parte por el “peso negativo en el pasado” del Vaticano, aunque “las declaraciones del papa Francisco van en una dirección de apertura”. Y también por un “legado patriarcal, sexista y machista”.
A pesar de todo esto, “la mayoría de los italianos está a favor de una ley contra los crímenes de odio”, como revela una encuesta de BiDiMedia que señala que 56 por ciento de los italianos es partidario de la “ley Zan”, mientras que 26 por ciento se opone.
En un momento en el que “la pande
italianos está a favor de una ley que controle los crímenes de odio, de acuerdo con una encuesta de BiDiMedia no permite grandes manifestaciones en la calle”, las redes sociales han demostrado una “gran movilización” a favor de la ley.
“Muchos jóvenes apoyan esta causa, es una ola muy fuerte que no se podrá detener”, afirma optimista Zan, que fue entrevistado por el rapero Fedez en su perfil de Instagram, con 12 millones de seguidores, para mostrar su apoyo a la ley. El diputado, sin embargo, no olvida “la obstrucción de partidos de extrema derecha como la Liga o Hermanos de Italia” a “una norma de civismo que afecta a la vida y a la dignidad de todas las personas”.
Los opositores que tiene la “ley Zan” denuncian que la nueva legislación atenta contra la libertad de expresión por catalogar como un delito de odio lo que ellos consideran emitir opiniones, pero el relator asegura que “la libertad de expresión está garantizada” por la Constitución italiana.
Zan pone un ejemplo: “Si digo 'no estoy a favor del matrimonio homosexual', eso se podrá continuar diciendo, solo faltaría. En cambio, si uno dice 'todos los gays deben morir', eso no es libertad de expresión; es una incitación al odio que debe ser sancionada por una ley que, lamentablemente, todavía no existe en Italia”.
Y alude a un símil con la pandemia para defender los cambios sociales a los que pretende contribuir la ley que lleva su nombre: “En una sociedad, igual que hay anticuerpos para derrotar al virus, también existen anticuerpos culturales para contener el odio, la discriminación y la violencia”.