Aunque parece una promesa de ciencia ficción, eso está cada vez más cerca de suceder, gracias a la inteligencia artificial
LA CREATIVIDAD
“Eso es un alivio, una ayuda al trabajo que supone procesar y clasificar toda la información que generamos”, detalla.
“El volumen de los datos seguirá creciendo por la capacidad de los dispositivos y porque cada vez llevaremos encima más dispositivos conectados. Probablemente no falte mucho para que los coches graben todo lo que sucede alrededor y para que nosotros llevemos gafas con cámara y realidad aumentada. Si los sistemas de inteligencia artificial registran esa información, sus posibilidades se disparan. Todo ello, insisto, sin introducir todo lo relativo a la privacidad en este debate”, apunta.
“No es descabellado pensar en una serie a la carta sobre nuestra vida”, explica a EFE la doctora en Comunicación de la Universidad e investigadora en ‘transmedia’ y redes sociales Marga Cabrera.
“La IA está aprendiendo a ser creativa, ya hay aplicaciones capaces de iniciar una historia escrita a partir de las palabras que nosotros consideremos -apunta-, y si se puede en texto, seguro que pronto es una realidad en otros formatos”.
“Nuestra vida, nuestras interacciones con otras personas están en nuestros correos y perfiles de redes sociales, nuestra forma de hablar y expresiones está en los vídeos… Es cierto que no hemos llegado ahí, pero debe faltar poco”, vaticina.
¿PARA QUÉ TANTAS FOTOS?
Esta especialista se pregunta si realmente son necesarias o nos resultan útiles toda la cantidad de imágenes que creamos y almacenamos sin saber demasiado bien dónde.
“Nuestros abuelos tenían una foto de su comunión y otra de la boda”, recuerda.
“Es muy probable que con el paso de los años no tengamos ni tiempo ni ganas de ver tantas fotos y vídeos, es un proceso inabarcable, muy poca gente tiene los medios y la capacidad de ser tan metódica en la conservación”.
“Creo que estas tecnologías están borrando algunos de nuestros recuerdos, suprimiendo nuestra memoria, en la medida en que desaparecen ciertos soportes o una red social entera, como ya pasó con la plataforma Tuenti, y con ella parte de nuestra vida.
Recurrir a la nube probablemente sea la única solución”, concluye.
“Ya hay apps capaces de iniciar una historia a partir de nuestras palabras”
MARGA CABRERA INVESTIGADORA