Fabiola Lara García
Cuando leí
que un total de mil 176 mujeres encabezan la candidatura a la primera concejalía en las elecciones oaxaqueñas en verdad me llenó de alegría, pues en una de las entidades donde se ha luchado contra las resistencias se renovarán 153 presidencias municipales, lo que representa la cifra más alta de su historia.
Por primera vez en la historia de la tierra de Benito Juárez, hay más candidatas que candidatos postulados a las alcaldías, es decir hay más mujeres que los 1,008 hombres registrados, según cifras de la autoridad electoral oaxaqueña.
En casi una década, la cifra en Oaxaca se ha incrementado mucho. Para ejemplo están los números en 2012, sólo 8 mujeres se desempeñaron como presidentas municipales; en contraste con el 2015, fueron 3. Ya para 2018, la cifra se incrementó a 52.
Tras ese proceso electoral se impulsaron cambios legislativos para que los partidos políticos tuvieran que postular tanto candidatas como candidatos en municipios donde tenían posibilidades reales de ganar, y no únicamente postular a mujeres donde las cifras electorales no eran tan buenas.
Eso es en el caso de Oaxaca, el cual se aplaude por su importante avance.
En el altiplano tlaxcalteca llamó la atención el caso suscitado en días recientes, donde la paridad fue el centro del debate.
Pues resulta que 18 candidatos del partido Fuerza por México se registraron como aspirantes hombres a diversos cargos, pero les observaron el incumplimiento de la paridad de género, por lo se “autoadscribrieron” como mujeres para lograr subsanar la falta.
Sí: cuatro candidatos a presidencias municipales y 14 para sindicaturas y regidurías se autoadscribieron como miembros de la diversidad sexual.
El debate al interior de la autoridad electoral de Tlaxcala fue inevitable: La consejera Dora Rodríguez dijo que, “aspirantes hombres que se presentaron como tales, después se manifestaron como mujeres en un número determinado de personas que cambian autoadscripción para pretender dar cumplimiento con el principio de paridad de género”.
Y además, la consejera Rodríguez solicitó que se analizara a fondo cada uno de los casos para garantizar la legalidad de las asignaciones, y verificar el método con el propósito de cerrar la puerta a una simulación
por parte de los aspirantes.
En respuesta, los consejeros Denisse Hernández Blas, Juan Carlos Minor Márquez y Érika Periañez le refutaron con el argumento de que no puede poner en duda la autoadscripción de una persona, además de que no existen elementos objetivos sobre la sospecha de una simulación.
Después del análisis y revisión, el Consejo General del Instituto Tlaxcalteca de Elecciones confirmó las 18 solicitudes de autoadscripción de la diversidad sexual, el número necesario para el ajuste de cumplimiento del principio de paridad.
Dos caras de la paridad: una para aplaudir y la otra será motivo de una larga polémica.