MARY CASSAT
Ante la pasada celebración de uno de los festivos más importantes de nuestro país, el 10 de mayo, donde celebramos al símbolo de respeto y amor incondicional nuestras madres, me gustaría recordar el trabajo de la pintora impresionista de la maternidad Mary Cassat.
Mary Stevenson Cassatt nació en Allegheny , en medio de una familia acomodada, donde a pesar de la oposición de sus padres por dedicarse al arte inició sus estudios de pintura en La Academia de Bellas artes de Pensilvania a los quince años, luego haciéndolo de forma privada en París; después de varios años de altibajos, dificultades y cambios de residencia se instala definitivamente en tierras parisinas donde vive por 60 años.
Cassat fue una de las cuatro pintoras aceptadas por los impresionistas, siendo la primera americana del grupo, junto a Berthe Morisot, Marie Bracquemond y Eva Gonzales. Su trabajo pictórico fue evolucionando hasta llegar al estilo con el cual se reconoce en la historia, ella optó por plasmar en su obra la vida cotidiana de las mujeres comunes a finales del siglo XIX, dándoles oportunidad a las madres de familia de ser protagonistas de bellas obras, lo que muchas veces disgusto a la sociedad de su país natal. En 1895 presenta su obra “El baño”, a la cual los críticos llamaron poco armoniosa y brutal, pues la escena representaba a una mujer de clase alta aseando a su hija quien aparece semidesnuda lo cual afectaba a las leyes decorosas de la época. A pesar de este y otros obstáculos la pintora no se dio por vencido, siguió su camino y en él conoció a Edgar Degas quien fue inspiración de su trabajo. Mary Cassat fue soltera y nunca tuvo descendencia, se cree que ella misma lo decidió al pensar que el matrimonio era incompatible y entorpecía las ideas y planes que tenía para su carrera artística.