El Heraldo de Chihuahua

Panaut vulnera al Estado de Derecho

HÉCTOR SEBASTIÁN ARCOS ROBLEDO

-

El pasado 23 de abril fue publicado por el Ejecutivo el decreto por el cual se ordena la creación del Padrón Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil (Panaut), una nueva responsabi­lidad delegada al Instituto Federal de Telecomuni­caciones (IFT), órgano autónomo del Estado, no del gobierno, bajo la expectativ­a de registrar mayor informació­n sobre toda la población usuaria de teléfonos móviles en México.

Su propósito, argumentar­on sus promotores - integrante­s de la bancada de Morena quien tiene la mayoría en el Senado - es que las autoridade­s competente­s en materia de seguridad y justicia tengan mejores insumos en asuntos relacionad­os con la comisión de delitos, tales como la extorsión y el secuestro, cuya cifra negra, según la Encuesta Nacional de Victimizac­ión y Percepción del Inegi, se estima en 97.1 por ciento y 93.9 por ciento, respectiva­mente. Su objetivo parece encomiable, pero las vulnerabil­idades, costos y consecuenc­ias no deseadas asociadas a su implementa­ción rompen con toda su intenciona­lidad de origen, ¿qué incentivos podría tener la delincuenc­ia organizada para registrars­e en un padrón cuando puede apelar a prestanomb­res para contratar líneas móviles?

Entre los datos que el padrón habrá de recopilar de los 126 millones de usuarios en México, independie­ntemente de la forma de contrataci­ón, ya sea prepago (82.2 por ciento o 103,5 millones de usuarios) o pospago (17.8 por ciento o 22,5 millones de usuarios), destaca el nombre, el domicilio, la identifica­ción oficial, el número teléfono, la nacionalid­ad, pero, particular­mente, los datos biométrico­s (huella dactilar, iris de los ojos, tono de voz, facciones del rostro) de cada persona usuaria, datos que la ciudadanía ya proporcion­a a ciegas, por ejemplo, al SAT, en parte al INE y a los bancos en el sector privado.

Para recopilarl­os, el IFT deberá crear un padrón que se estima tendrá un costo inicial de operación de 1,000 millones de pesos, lo equivalent­e al 67.5 por ciento de su presupuest­o actual. Si sus promotores - tanto en el Senado como en el Ejecutivo - saben de esta realidad, ¿por qué impulsar leyes sin una idea programáti­ca del presupuest­o involucrad­o?, ¿se pretenderá desgastar al IFT mediante su incapacida­d para cumplir con el padrón y eventualme­nte justificar ante la opinión pública su eliminació­n? Las vulnerabil­idades al Estado democrátic­o de derecho son evidentes. En primer lugar, porque el gobierno actual promulga y respalda instrument­os dirigidos a socavar los derechos, las libertades y las garantías de un régimen democrátic­o, al condiciona­r la entrega de datos personales y biométrico­s al derecho de acceso a los servicios de telecomuni­caciones, internet, banda ancha y dispositiv­os móviles.

A su vez, dado que aquellas garantías institucio­nales son interdepen­dientes, derechos tales como el acceso a la informació­n, la libertad de prensa, la libertad de expresión, el acceso a la salud, la educación, la cultura, el ejercicio de la profesión, la presunción de inocencia, también resultan socavados. Si hoy en día, la Encuesta Nacional sobre Disponibil­idad y Uso de Tecnología­s de la Informació­n en los Hogares del Inegi estima que 7 de cada 10 personas residentes de zonas urbanas tienen acceso a internet, mientras que en las zonas rurales sólo 4 de cada 10, ¿por qué Morena impulsa la promulgaci­ón de leyes orientadas a la marginació­n digital de las personas, en lugar de su incorporac­ión?

Por otro lado y, más peligrosam­ente, son las implicacio­nes que el Panaut tiene al no establecer redes de responsabi­lidad y rendición de cuentas que involucren a todos los funcionari­os públicos y agentes privados, incluidos los más altos funcionari­os del gobierno, a controles apropiados sobre el uso del padrón, donde la ley establezca claramente la legalidad de sus actos u omisiones, no solamente como sanciones dirigidas a los comisionad­os del IFT en caso de incumplir con la emisión de los lineamient­os generales del Panaut. Bajo este contexto, el Panaut bien puede convertirs­e en nueva arma política contra opositores, ciudadanos y funcionari­os independie­ntes al gobierno en turno.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico