La fórmula de Juan Reynoso
EL PERUANO SE HA CARACTERIZADO POR QUEBRAR RACHAS SIN TÍTULO EN LOS EQUIPOS QUE HA DIRIGIDO
La apuesta de Cruz Azul fue arriesgada, pero efectiva. Juan Reynoso no figuró entre las primeras opciones para suplir a Robert Dante Siboldi. Antonio Mohamed y Matías Almeyda fueron los primeros, pero el peruano, fue el bueno. La Máquina ganó con esa decisión. En su banquillo tiene bien impregnada la filosofía ganadora de 1997, año de su último título de Liga. Reynoso es uno de sus más grandes referentes, el último capitán que alzó el trofeo de campeón y alguien que sabe romper maldiciones y sequías.
Lo hizo en su país natal, también con Puebla, pero ahora buscará realizarlo en el equipo de sus amores. Juan va por los 23 años celestes sin dar la vuelta olímpica.
CAMPEóN EN 79 AÑOS
En 2007, Reynoso tuvo su primera oportunidad como director técnico. El Coronel Bolognesi confió en él. Antes fue auxiliar de Enrique López Zarza en Necaxa.
El equipo peruano peleaba por la permanencia, pero tras un torneo destacado, se consagró como campeón al derrotar 2-0 al Melgar de Arequipa, en la última fecha. Con el triunfo, su club ostentó 36 puntos y fue inalcanzable para sus rivales. Así rompió con 78 años sin título en la institución, lo que fue el primero en su larga historia.
Los tacneñanos consiguieron de esta forma la clasificación a la Copa Libertadores de América 2008 en condición de segundo representante de Perú, dejando a la Universidad San Martín de Porres como primero al ser el campeón nacional.
En ese equipo figuraban dos mexicanos. Reynoso llevó a Alexandro Álvarez como portero y a Adrián Cortés, canterano azul.
34 AÑOS DE SEQUÍA
Reynoso volvió a México, estuvo en Cruz Azul Hidalgo, sin embargo, el Melgar de Perú se acordó de él, el equipo más tradicional de Arequipa. En el centenario de la institución logró levantar el título de Primera División tras 34 años de no hacerlo. La última y única vez que lo habían logrado fue en 1981, pero en 2015, Reynoso y sus pupilos rompieron con esa losa pesada al derrotar 5-4 en la final al Sporting Cristal, en una serie que se definió en los últimos instantes. Bernardo Cuesta, su hombre más consentido, sentenció el partido de vuelta y la fiesta para el peruano se cumplió en el estadio Monumental UNSA. Así terminó una temporada de ensueño, como el equipo con la mejor defensa y la segunda delantera más productiva, así como el mejor local al quedar invicto. La presencia mexicana también existió con Lampros Kontogiannis, de las fuerzas básicas del América.
TAMBIÉN BRILLó
En el futbol mexicano también ha dejado huella. Reynoso tuvo un 2020 positivo con Puebla, pero no fue suficiente para su retención.
En el primer torneo del año, que fue suspendido por la pandemia de Covid-19, hizo a los poblanos la mejor defensiva del torneo con siete goles recibidos en los diez partidos que se disputaron en total.
Un certamen después, el repechaje ayudó a la Franja. En 17 fechas culminaron en el peldaño 12 y jugaron contra Rayados de Monterrey. Todo parecía en contra con el que era el campeón vigente, pero los poblanos lucharon y en el tiempo regular empataron 2-2. En tanda de penaltis, el portero Nicolás Vikonis fue el héroe y metió a la fiesta grande a los enfranjados después de un lustro de no lograrlo. Todo culminó en cuartos cuando León los eliminó.
COMO JUGADOR TAMBIÉN LO HIZO...
Juan Reynoso fue parte de aquel Cruz Azul campeón en 1997. En dicho torneo, el conjunto cementero tenía 17 años sin ser campeón, no lo hacía desde la temporada 1979-80 cuando venció a Tigres, pero ante León fue una de las piezas importantes en la defensiva celeste para romper con esa larga maldición. A pesar de que en la plantilla había grandes jugadores, su importancia radica en que el inca lo hizo como capitán y fue el último en levantar el cetro al finalizar el partido.